Dan por rotos seis años de diálogo con la Xunta para abrir un nuevo centro
08 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.La asociación de padres del colegio (Anpa) de educación especial Infanta Elena estudia la puesta en marcha de medidas de presión para reivindicar la puesta en marcha de un centro que pueda atender a sus hijos cuando termine el período de escolarización. En el colegio dan por roto el diálogo que los padres mantenían con los servicios sociales de la Xunta desde hace seis años. No había dado resultados, pero se mantenía el contacto. Hasta la semana pasada, cuando una representación de la directiva de la Anpa fue a Santiago a entrevistarse con Coro Piñeiro, la sustituta de Susana López Abella en la secretaría xeral de Política Social.
Los representantes del colegio volvieron a Monforte completamente defraudados. Lo cierto es que en los seis años que llevan pidiendo una alternativa para que sus hijos puedan estar atendidos al menos durante unas horas cuando terminen su etapa en el Infanta Elena no habían obtenido un compromiso firme por parte de la Xunta. Pero en los últimos tiempos, les habían dado esperanzas.
Según su versión de lo ocurrido, Coro Piñeiro cerró completamente la puerta a ningún proyecto como el que ellos piden. Primero, les dijo que lo que ellos demandan ya está cubierto en realidad con el concierto de plazas que la consellería tiene con una asociación de Monforte (se trata de Prodeme, aunque los padres insistieron ayer en no dar nombre alguno). «Empezó diciendo que esa asociación ofrecía treinta plazas para dependientes y que tenía personal para atenderlos, pero al después -dicen los portavoces de la Anpa- tuvo que admitir que no era así y que en ese centro solo admiten personas que sean autónomos para trabajar, porque no tienen personal para atender dependientes».
Ofendidos y desesperados
Los padres se quejan además de las maneras con las que Coro Piñeiro defendió la gestión de la consellería: «Nos dijo que el dinero era suyo y que ella lo gastaba como quería». También le reprochan que se ausentara de la reunión sin despedirse y que no volviera, dejándolos con la secretaria xeral de la consellería, María del Carmen Calviño.
Los padres del Infanta Elena dicen sentirse «engañados, ofendidos y desesperados», pero advierten que no se rinden. «Vamos a por todas, porque nuestros hijos son personas». Lo que harán a partir de ahora lo decidirán en una reunión que se celebrará el miércoles a las siete de la tarde. «Miraremos cómo nos vamos a movilizar», advierten sus portavoces.
«Nos sentimos como la basura que se echa al contenedor»
Asociación de Padres