Por la ruta de los hornos de cal

carlos rueda, francisco albo MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Un itinerario etnográfico otorga especial interés al pueblo de Cereixido

23 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

En las tierras donde abunda la roca caliza no era raro que funcionasen hornos artesanales para la obtención de cal. No en todos los lugares donde se llevaba a cabo tal proceso se conservan testimonios históricos de esta actividad prácticamente desaparecida. Una de estas localidades es la aldea quiroguesa de Cereixido, donde en tiempos recientes se habilitó una ruta etnográfica que permite conocer este patrimonio. El itinerario tiene una longitud aproximada de 1,5 kilómetros y presenta una dificultad baja.

El punto de inicio de la ruta se encuentra poco antes de llegar a Cereixido por la carretera que une este lugar con Rugando. El camino está señalizado como «Ruta da Fonte do Cal a Cereixido» en unos paneles indicadores. Nada más empezar la caminata puede verse a la derecha un manantial conocido como Fonte do Cal. Unas decenas de metros más adelante aparece a mano izquierda un sendero que lleva a una antigua capilla llamada tradicionalmente Casa da Santa, donde se veneraba a santa María Magdalena y que hoy se encuentra en ruinas. En otros tiempos, los vecinos de Cereixido celebraban una popular romería en este lugar, hoy poco frecuentado. En el entorno de la capilla hay una serie de sepulcros de tipo antropomorfo cavados en la roca, que apenas resultan visibles.

Viejas construcciones

Tras retomar el camino principal, no tarda en verse a la izquierda un primer horno de cal, bastante mal conservado, del que solo queda en pie una de sus paredes. Unos metros más adelante aparece un segundo horno que, por el contrario, está restaurado de forma íntegra, lo que permite apreciar su estructura circular.

La ruta discurre a través del Souto da Caleira, donde se alzan castaños centenarios de gran porte y grosor que en tiempo fueron un importante recurso económico para los vecinos de la zona.

En el kilómetro uno de la ruta y a orillas del arroyo de Barreiro se encuentra el molino de Cereixido, en muy mal estado de conservación. A partir de aquí queda otro medio kilómetro de caminata para llegar al pueblo de Cereixido, donde termina el recorrido.