Sanción por retirar un campanario sumergido del Miño

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

O SAVIÑAO

La Confederación Hidrográfica expedienta a los vecinos de Reiriz

08 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil abrió un expediente sancionador a los vecinos de la parroquia de Reiriz, en el municipio de O Saviñao, por haber desmontado el pasado verano el campanario de la capilla del pueblo sumergido de Portomeñe, que quedó en seco a consecuencia de la bajada de las aguas del embalse de Belesar. Los vecinos solicitaron permiso a la Comisaría de Aguas del mencionado organismo para retirar esa parte de la antigua construcción, a fin de aprovechar la piedra para realizar diversas obras de reforma en su parroquia. Pero, según indicaron fuentes de la Confederación, desmontaron el campanario antes de que se resolviese la petición.

La aldea de Portomeñe, al contrario de otras localidades anegadas de las márgenes del Miño, nunca había vuelto a quedar al descubierto desde que se construyó el embalse de Belesar. La subida de las aguas sorprendió a sus habitantes a comienzos de enero de 1963, en un momento en que no esperaban todavía que se produjese el anegamiento, obligándolos a abandonar el lugar a toda prisa y salvar sus pertenencias como pudieron.

Visitas numerosas

Pese a haber estado sumergido de forma ininterrumpida durante 48 años, es una de las aldeas anegadas que mejor se han conservado, por lo que ha atraído a un gran número de visitantes desde la pasada primavera, cuando la bajada del embalse lo dejó al aire. En el lugar, situado junto a la desembocadura del río Pez, pueden verse las ruinas de varias viviendas y bodegas, un palomar y un hórreo. Las construcciones conservan gran parte de sus tradicionales cubiertas de pizarra.