Juzgados tres jóvenes por una pelea en una discoteca

lugo / la voz

LEMOS

Durante la refriega, ocurrida en Quiroga, uno de los acusdos llegó a morder a otro en la nariz

12 abr 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Tres jóvenes ocuparon ayer el banquillo de acusados de la Audiencia Provincial de Lugo para responder por las lesiones que se causaron en un doble enfrentamiento que tuvo lugar en Quiroga en el mese de febrero de 2009. Se enfrentan a una petición a diversas penas, algunas de ellas de prisión reclamadas especialmente para uno de ellos por parte de la acusación particular. Los imputados son los hermanos O.G. M., L.G.M. y, además, P.G.S.

El primero de los incidentes ocurrió sobre las seis de la madrugada en la discoteca Lor de Quiroga donde estaban dos de los acusados. Según el fiscal, el citado en primer lugar se acercó al primero con la intención de atentar contra su integridad física, le apretó el cuello y lo llevó contra una esquina de una columna de la sala. Supuestamente, le llegó a morder la nariz. Como consecuencia de esta acometida, O.G.M. sufrió diversas erosiones. Tardó en curar siete días y ocasionó unos gastos al Sergas de 227 euros por la asistencia dispensada.

Sobre las nueve de la noche del mismo día, en las inmediaciones de un bar de la localidad, el lesionado vio a su presunto agresor en el coche y, supuestamente, se dirigió hacia él corriente. Cuando se bajó del vehículo volvió a iniciarse una pelea en el curso de la cual. O.G.M., golpeó a su oponente. En ese momento apareció el tercer acusado y prestó ayuda a su hermano. Le agarró a su rival para que pudiera ser agredido.

Negaron los hechos

Los acusados, durante el juicio, se desentendieron por completo de la versión que elaboró el ministerio fiscal, amparándose en el atestado instruido en su momento por parte de la guardia civil.

Uno de los acusados dijo que en ningún momento había atacado o mordido a su oponente. Simplemente dijo que intervino para frenar una disputa que uno de los implicados supuestamente estaba manteniendo con otra persona. Su intervención, aclaró, tenía como fin separar a ambos jóvenes.

O.G.M., culpo a P.G.S. de haberlo atacado, incluso a mordiscos. En cuanto al encuentro que tuvieron por la noche, dijo que él había acudido al coche de su rival con la finalidad de aclarar las cosas y que nuevamente volvió a ser atacado.

La fiscal que se ocupó del caso pidió para P.G.S. un año y once meses de prisión por lesiones; por una falta de malos tratos, multa de 25 días con una cuota diaria de 15 euros y una indemnización de 175 euros por los días de curación y 1.500 por las secuelas. Para O.G.M. y J.L.G. pidió para cada uno una multa de 50 días a 15 euros.

La acusación particular fue ejercida por los hermanos imputados. Pide que a P.G.S., le sea impuesta una pena de cuatro años de prisión y el pago de una indemnización de 12.000 euros.

Lo ocurrido fue tipificado como un delito de lesiones, dos faltas de la misma categoría una falta de malos tratos. Para intervenir como testigos en la vista, el fiscal solicitó la presencia de otros tres jóvenes que, al parecer, estuvieron por momentos en los lugares donde se produjeron los hechos.