Queja gastronómica para pedir que haya toros en San Xoán

Xosé Ramón Penoucos Blanco
X. R. Penoucos SARRIA/LA VOZ.

LEMOS

La peña Os Picadores celebró una cena para reivindicar el regreso de la corrida

29 jun 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La corrida de toros del San Xoán de Sarria siempre es motivo de polémica. Cuando se celebra son los ecologistas los que ponen el grito en el cielo y organizan concentraciones y manifestaciones. Este año no hubo toros y los que se quejaron fueron los que cada año acuden a la plaza.

Los teóricos damnificados por la no inclusión de la corrida en el programa de festejos eligieron en esta ocasión una manera muy original de protestar, una multitudinaria paella en un restaurante del Malecón.

Los convocantes de la protesta gastronómica fueron los integrantes de la peña taurina Os Picadores, que lograron congregar a más de medio centenar de personas. Esta peña, formada en su mayoría por gente joven, siempre se reunían para tomar el aperitivo y saborear una paella antes de la corrida y decidieron que este año por lo menos la tradición de celebrar el almuerzo de confraternidad no la iban a perder y así lo hicieron.

En la cita no faltó de nada y así, además del suculento arroz, también contrataron a la charanga Madialeva, encargada de amenizar la corrida el pasado año, que se encargó de poner la música.

Preguntas de curiosos

Lo curioso es que mucha gente que transitaba a esa hora por el Malecón pensaba que el acto formaba parte de los festejos y los comensales tenían que explicar que se trataba de un acto reivindicativo, a lo que muchos les contestaban que para protestar deberían de haber hecho una huelga de hambre como suele ser habitual y no darse un festín.

Entre los comensales estaban la práctica totalidad de concejales del Partido Popular con su portavoz, José Antonio García a la cabeza, quienes desde siempre defendieron que el espectáculo taurino debería de figurar siempre en el programa de festejos por la tradición que tiene la villa en el arte de Cuchares.

El éxito de la convocatoria fue evidente y animó a los organizadores a pensar en nuevas celebraciones. La siguiente es posible que sea la degustación de la carne de un toro de lidia. Este año no podrán poner en su plato uno de los morlacos que solían torearse en el San Xoán, pero ya están trabajando con empresarios taurinos para conseguir o una res entera o la parte suficiente para dar de comer, como mínimo, al medio centenar de comensales que participaron en la paella de la que no sobró ni un grano.