Serramar asegura que sus empleados no destrozaron los locales antes de marcharse de la sede de Monforte

La Voz MONFORTE/LA VOZ.

OURENSE CIUDAD

05 jun 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La dirección de la empresa de seguridad Serramar, a través de su director general, explicó ayer que ninguno de sus empleados tiene nada que ver con los destrozos que se produjeron en días pasados en la sede que ocupaba la empresa en la calle de la Estrella en Monforte.

Hay que recordar que en una querella presentada a principios de esta semana por la propietaria de los locales, Obdulia Fouces, se hacía constar que tras la marcha de la empresa aparecieron las oficinas con pintadas insultantes, puertas rotas, armeros inutilizados, cableados arrancados y diversos daños en el interior de las dependencias. En la misma denuncia se citaba a tres directivos de la empresa Serramar como testigos para que explicasen quien había provocado los daños. Sin embargo el director general de la empresa, Jesús Nagore, aseguró ayer que desde que Serramar dejó el local hasta que la propietaria entró con la notaria, alguien pudo penetrar en el interior de las oficinas y destrozarlas. En cualquier caso, añadió, «de lo que estamos seguros es de que no fue ninguno de nuestros trabajadores, y especialmente ninguno de los tres directivos que cita la denunciante».

El mismo directivo manifestó desde Sevilla que están a disposición de la justicia para aclarar todos los detalles que se precise sobre el asunto, pero que sobre una empresa que cuenta con unos dos mil trabajadores en toda España no puede recaer una sospecha de ese calibre, porque ningún trabajador realizaría tales destrozos antes de marcharse, sabiendo que el local va a ser revisado por su propietario.

Cambio de sede

Reconoció Nagore que la empresa se fue de Monforte porque perdieron una parte de la cartera de clientes que tenían, ya que algunos de esos clientes están ahora con Alcor Seguridad, gestionada por Carlos Somoza, que en su momento fue gerente de Serramar y se marchó, teniendo durante mucho tiempo acceso a la cartera de clientes, lo cual le dio una ventaja muy importante para hacerse con contratos para su nueva empresa. Pero además de la pérdida de clientes, el director general de Sarramar también explicó que las relaciones con la empresa Alcor eran tensas en ciertos momentos porque ambas sedes están casi pegadas y en la misma calle de la Estrella, y por todo ello decidieron trasladar a Ourense las oficinas que tenían en Monforte. A pesar de eso, explicó Nagore, Serramar sigue teniendo una buena cartera de clientes en Galicia y seguirá peleando por competir en precios y servicios. Igualmente le deseó buena suerte a la empresa dirigida por Carlos Somoza, que sabe que ahora es una de sus principales competidoras en Galicia.