La delegación en Galicia de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) dirigió a finales del pasado mes de enero una carta a la conselleira de Sanidade, Pilar Farjas, en la que sostiene que los problemas del hospital comarcal de Monforte son de tal «gravedad» que exigen una solución «inaplazable». A través del escrito, este colectivo profesional amplió las quejas que había expresado previamente en una conversación con la conselleira «sobre la problemática asistencial e laboral que está afectando gravemente al hospital comarcal de Monforte».
«En la referida conversación insistimos sobre la caótica e inaceptable situación del servicio de pediatría, pero al parecer, por las numerosas quejas que nos han ido llegando posteriormente, el problema es de más envergadura», detalla la carta enviada a Pilar Farjas, que tiene fecha del pasado 27 de enero y firma el delegado autonómico de la confederación de sindicatos médicos, Cándido Andión.
El escrito es inequívoco en cuanto a la valoración de las deficiencias del centro sanitario monfortino y advierte que, aunque las carencias de personal afectan a diversos servicios, en las áreas de pediatría y cirugía «la situación es insostenible», por lo que, «de no buscársele una solución de inmediato» la CESM se verá obligada «a denunciarla públicamente».
Efectos en Lugo
«En condiciones normales, resultaría pueril comentar que, para ofrecer los servicios de una determinada especialidad, es fundamental contar con los medios adecuados, y entre estos, por su especial cualificación, están los médicos. No puede abrirse ni improvisarse un servicio al público con una limitación de medios tan escasos que, a la mínima, ya se están generando problemas», detalla la carta enviada a la conselleira, a la que tuvo acceso este diario. En ella se hace hincapié en que las consecuencias de esta situación repercuten no solo en la asistencia que reciben los usuarios, sino también en el facultativo, «exprimido hasta que ya no puede más o huye», e incluso en otros centros, como el Hospital Xeral de Lugo, a los que se acaban «trasladando sistemáticamente los problemas».
El CESM replica a Sanidade que es preferible no abrir un determinado servicio al público si luego no es posible dotarlos del número adecuado de especialistas «como para darle suficiente estabilidad a la asistencia». «Lo que no se puede es abrirlos con una deficiente dotación de plantilla que, a la mínima de cambio, provoca disfuncionalidades que acaban pagando los profesionales con su pellejo», prosigue el escrito remitido a Pilar Farjas, en el que se insiste en que, en centros como el de Monforte, «el síndrome del quemado está a la orden del día».
«En estas condiciones, y sin un horizonte de solución, cuando la precariedad es la norma no debe extrañarnos que los médicos intenten huir de estos centros a la primera de cambio», subraya el CESM.
Frente la «cruda realidad» del hospital de Monforte, con algunas áreas que «ya han sido desbordadas» y otras que potencialmente «lo harán en breve», esta asociación profesional reclama que se cubran las necesidades de los servicios que ya funcionan en precario y de los que tienen todos los boletos para seguir el mismo camino. «Esa deficiencia de médicos, a nuestro criterio y con un cálculo muy sobrio, es de al menos ocho facultativos que afectan a las especialidades de pediatría, cirugía, ginecología, radiología, oftalmología y otorrino».