Un letrado dice que un carné falso que llevaba un acusado era una broma de carnaval

X. C.

LEMOS

16 may 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Un lugués, juzgado ayer por un presunto delito de falsedad documental, circulaba con un carné de conducir adulterado porque se trataba de una broma de carnaval. Así lo dijo el abogado de J.M.G.H., de 40 años, en el transcurso del juicio que tuvo lugar en la capital lucense. El presunto falsificador, que no compareció al juicio, se enfrenta a una petición de pena de dos años de cárcel y una multa de nueve meses a razón de 12 euros diarios.

Los hechos sucedieron en el municipio de Lugo el 14 de agosto del año 2005 cuando una patrulla de la Guardia Civil sorprendió al acusado con un documento que tenía todas las pintas de no ser correcto.

J.M.G., tenía el carné de conducir caducado desde el año 1997 por lo que, según el fiscal, puso a funcionar su inventiva y, después de modificar dos documentos creó uno que parecía ser legal. Para llevar a cabo la operación utilizó el carné de una tercera persona que no llegó a ser localizada. Este documento lo encontró, según el imputado, en el cubo de la basura.

Para crear su propio documento hizo una operación de cirugía gráfica, consistente (según el fiscal) en unir con celofán el tercio izquierdo de su carné, con sus datos biográficos y la foto, con los dos tercios restantes del otro documento. Posteriormente lo plastificó y lo utilizó para conducir. Los guardias que descubrieron la presunta falsificación dijeron que pararon a J.M.G.H. en un control. Cuando le pidieron la documentación dijo que la había olvidado en su casa. Le preguntaron la fecha en que había nacido y dijo que no se acordaba.

Sospechas

Esta circunstancia infundió sospechas y procedieron a efectuar un registro en el vehículo en el que encontraron una cartera con el permiso de conducir presuntamente alterado. Algunos datos de éste no coincidían con el DNI. Los agentes recordaron que en ese momento el conductor les había dicho que había realizado un cambiazo. El carné de conducir que presentaba podía colar como verdadero porque solo se notaba un ligero cambio de color que se podría atribuir al uso.