Sergio Pérez Carballo, un golfista de 12 años, lidera la liga gallega alevín

Luis Conde MONFORTE

LEMOS

ALBERTO LÓPEZ

La joven promesa monfortina depende de financiación para acudir al Campeonato de España Alberto Veiga, ex auxiliar de Severiano Ballesteros, dirige la preparación técnica del deportista local

07 abr 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

El deporte individual sigue dando alegrías a Monforte. En este caso es el golf, un deporte que está cada vez más arraigado en las categorías inferiores y cuyo máximo exponente en la zona sur es el Club Río Cabe. Uno de sus deportistas, Sergio Pérez Carballo, con tan sólo 12 años, ya lidera en solitario la liga gallega alevín en la modalidad de hándicap, después de que sumara dos campeonatos consecutivos en los torneos de Mondariz y de A Zapateira. Sus éxitos y sus cualidades le han valido para que reciba sendas invitaciones para participar en el Campeonato de España que se celebrará en junio en Murcia y en el torneo nacional absoluto, que comenzará en las próximas semanas. Lamentablemente, la falta de financiación y de un patrocinador impiden su presencia en el evento, lo que de alguna manera supone frenar la progresión de Pérez Carballo, cuya meta esta campaña es conquistar el título gallego alevín. Aparte de su capacidad para ser efectivo en el golf, en su evolución ha tenido mucho que ver su maestro, Alberto Veiga, técnico de gran prestigio, que logró siendo auxiliar de Severiano Ballesteros. A la hora de explicar el por qué de su elección por el golf, el joven monfortino dijo: «Aparte de que me gusta, es una modalidad muy completa, en la que haces muchos amigos y convives. Además, es imposible que haya problemas entre deportistas, porque compites contigo mismo y con el recorrido. También desarrollas mucho el intelecto, porque es un deporte que te exige jugar con mucho sentido», comentó Sergio, que también es integrante del equipo alevín A del Calasancio. El monfortino es un sacrificado, puesto que en verano entrena todas las mañanas en A Coruña, cosa que no puede hacer el resto del año por falta de dinero. «Me gustaría dedicarme por entero al golf, pero para ello necesito más ayudas y no me desagradaría diponer de un patrocinador. Lo único que necesito es financiación para los viajes», comentó. El golf no es un deporte sólo para elitistas, aunque su práctica acarrea costes significativos. El precio de un juego de palos de golf se sitúa entre las 80.000 y las 500.000 pesetas, a lo que hay que sumar el uniforme, que asciende a 120 euros. El carro eléctrico suma 600 euros más. Toda esta infraestructura fue costeada por el propio Sergio, que sin duda tiene un gran mérito. A esta suma hay que añadir el coste de los cursos de preparación, que alcanzan los 18 euros la hora.