Un hostelero natural de Quiroga levantó su particular Exín Castillos en una apartada aldea de la Ribeira Sacra

Carlos Vázquez

QUIROGA

Ha bautizado la casa como Cova do Ferreiro y dice que eligió un estilo «medieval» para que no desentone

03 jul 2008 . Actualizado a las 11:20 h.

Ni es una maqueta cinematográfica ni se trata de uno de aquellos Exín Castillos con los que aún se divierten los más pequeños. Tampoco podríamos presentarla, sin ruborizarnos previamente, como una imitación -a la gallega- del famoso Taj Mahal.

La foto corresponde a la casa que desde hace años construye en la aldea de Covas el hostelero José Luis Ferreiro, natural de la parroquia de Paradaseca, situada también en Quiroga. Allí viven sus padres, aunque él asegura no tener residencia fija y dice que trabaja tanto en España como en el extranjero.

Fruto de sus viajes, decidió levantar un día esta edificación a la que solo regresa durante la época estival, según declaran sus vecinos de Covas, que no llegan a la docena.

El propietario, que estudió en los Escolapios de Monforte, escogió el lugar por su tranquilidad, el paisaje y porque al comenzar la obra allí no había más que monte y unas cuantas casas que después se restauraron. «La mía está aún a medias», explica José Luis, subrayando que la hizo con materiales de la zona y eligiendo «un estilo medieval» para que, alega, no desentone demasiado con el entorno.

Antonio, un retirado de la minería asturiana que vive a escasos metros, considera a José una buena persona. Él, junto a otro albañil, pusieron los cimientos de esta vivienda erguida con bloques hidrófugos, en cuyo interior dominan la madera y el granito. Oliva, la mujer de Antonio, está convencida de que «ese rapaz xa se arrepentiu de facer aquí a casa», mientras que a Teresa, otra vecina, lo que más le llama la atención no es la construcción, sino el vehículo en el que llega, de lujo.