La oposición venezolana se divide tras el aplazamiento del revocatorio al año próximo

pedro garcía otero CARACAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Colapso en Caracas. La protesta masiva de conductores de autobuses bloqueó el tráfico de la capital.
Colapso en Caracas. La protesta masiva de conductores de autobuses bloqueó el tráfico de la capital. FEDERICO PARRA | AFP

El chavismo no quiere saber nada de elecciones hasta el año que viene, pues también mantiene diferidas las de gobernadores, que deben realizarse este año, con el argumento de que la crisis económica las impide

23 sep 2016 . Actualizado a las 07:17 h.

La oposición venezolana se debatía ayer entre participar o no en el referendo revocatorio contra el presidente,Nicolás Maduro, mientras que el partido en el Gobierno desde hace 17 años se prepara, por vía del Tribunal Supremo, a «matar» cualquier intento de desalojar del poder al mandatario, después de que la autoridad electoral impusiera normas para recoger el 20% de las firmas de los venezolanos que son casi imposibles de cumplir.

Cuatro de las cinco rectoras del Consejo Nacional Electoral (CNE) anunciaron, además de que hay que recoger el 20% de las firmas en cada estado (y no en la circunscripción nacional, como establece la Constitución), que solo se habilitarán 5.392 máquinas «captahuellas» para la operación durante tres días, a finales de octubre, con lo cual hacen casi imposible la recolección de las 3,9 millones de voluntades requeridas. Pero, aún si la oposición lograra también esto, el referendo no podrá realizarse sino, como mínimo, en febrero de 2017, con lo que perdería validez política, pues Maduro podrá dejar encargado a un vicepresidente hasta 2019, cuando deberán realizarse nuevas presidenciales.

El chavismo no quiere saber nada de elecciones hasta el año que viene, pues también mantiene diferidas las de gobernadores, que deben realizarse este año, con el argumento de que la crisis económica las impide. En la oposición, lo que está claro es que vienen «protestas masivas», señaló el secretario general de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Jesús Torrealba.

Sin embargo, mientras líderes como Henrique Capriles, promotor del revocatorio, consideran que el proceso debe continuar aún con las dificultades planteadas, y se pueden lograr los 3,9 millones de firmas requeridas, otras dirigentes, como María Corina Machado, señalan que el hecho de que la recolección del 20% establecida por el CNE sea en cada estado es «inconstitucional», y que la oposición debe pasar directamente a desconocer el Gobierno.

De esta opinión también son expertos como el constitucionalista Luis Salamanca, quien acusa al Gobierno de proponer «una pelea sin reglas». Otro experto, José Hernández, señala que la norma de exigir el 20% a cada estado, aparte de no estar en la Constitución, es «tan ridícula como si en los ocho (de 24) estados en los que no ganó Maduro en 2013, este no fuera presidente».

Los analistas se mostraron sorprendidos de que la MUD no tuviera una respuesta preparada a unas exigencias que ya venían siendo aireadas desde hace más de una semana y las críticas contra la coalición, desde dentro de la oposición, van en ascenso.