Alexis Tsipras mantiene su desafío a la troika pactando con la derecha antieuropea

Mariluz Ferreiro ATENAS / ENVIADA ESPECIAL

INTERNACIONAL

ORESTIS PANAGIOTOU | EFE

El líder de Syriza ya es primer ministro con el apoyo de los nacionalistas de ANEL

27 ene 2015 . Actualizado a las 12:35 h.

«Hay Gobierno en Grecia». La frase, teniendo en cuenta que Syriza se quedó a solo dos diputados de la mayoría absoluta, no resulta sorprendente. Lo chocante es que la pronunciara Panos Kamenos, el líder del partido conservador Griegos Independientes (ANEL), tras reunirse con Alexis Tsipras. La izquierda radical se apoya en los nacionalistas de derechas para tocar poder. Pero esta alianza es toda una declaración de intenciones de Tsipras. Por encima de la posición en el arco ideológico está aquello que une a ambas fuerzas: su feroz oposición hacia la troika. El nuevo primer ministro heleno tomó posesión haciendo sonar los tambores de guerra.

El líder de Syriza no ha ofrecido ni un día de tregua a Bruselas y a Berlín. A la mañana siguiente de las elecciones alcanzó en pocas horas un acuerdo con Panos Kamenos, un político expulsado de Nueva Democracia porque consideraba que los ajustes suponían la pérdida de la soberanía nacional de Grecia. Una maniobra audaz que habrá sorprendido en a los responsables de las instituciones europeas, pero que también ha dejado descolocados a los propios votantes de su partido, que ayer no acababan de creerse la noticia.

La bisagra no es To Potami, el centro proeuropeo de ideas dispersas. La bisagra es la derecha patriótica que se niega a ceder un centímetro ante la Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Y también la que reniega de los dos partidos que han mantenido el poder en Grecia en los últimos cuarenta años, Nueva Democracia y Pasok.

En otras cuestiones las dos fuerzas tendrán que buscar el equilibrio. No coinciden en política exterior. Posiblemente en defensa tengan que acercar posiciones las dos fuerzas, ya que en Syriza han criticado el enorme gasto militar, que precisamente se justifica por la tensión con el Estado turco, y ha insistido en la necesidad de conducir parte de esa partida presupuestaria a la sanidad y a los servicios sociales. Y también mantienen profundas diferencias con respecto a las políticas de inmigración, ya que ANEL apoya la expulsión de los inmigrantes indocumentados, o sobre cuestiones sociales como el matrimonio homosexual.

Con el respaldo de su nuevo socio en el bolsillo, Tsipras se convirtió, a sus cuarenta años, en el gobernante más joven de la historia de su país. Juró el cargo a las dos de la tarde (tres, hora española) sin corbata y sin atenerse a la fórmula religiosa ortodoxa utilizada tradicionalmente por los primeros ministros griegos y que se realiza ante el arzobispo de Atena. Todo un gesto. Como el de su antecesor, Antonis Samarás, que no lo saludó en la escalera de Megaro Máximo, la Moncloa griega, como manda la costumbre en este acto.

Además, el nuevo primer ministro heleno depositó una corona de flores en el monumento a los héroes de la Resistencia durante la Segunda Guerra Mundial y la ocupación nazi. Un doble mensaje. Uno es evidente, para los neonazis de Amanecer Dorado, que son la tercera fuerza política en Grecia y siguen empeñados en alabar a Adolf Hitler sin recordar esa parte de la historia de su país. Pero quizás también un recordatorio para Alemania.

 

 

Las quinielas

 

Las quinielas sobre el presidente y los ministros empezaron a dejar rumores. La agencia Reuters apuntaba que puede entrar en el Gobierno con la cartera de Finanzas Yanis Varoufakis, que insistió ayer en que su partido no buscará la confrontación. Los medios colocan como presidente de Grecia a dos conservadores: el exprimer ministro Kostas Karamanlis y el exministro Dimitris Avramopoulos.

Sería otra sorprendente vuelta de Tsipras, quizás para garantizar que la oposición no se enroque en el Parlamento en la elección de este cargo. Por otra parte, Syriza tendrá que ofrecerle algo más que prometer batalla europea a su nuevo aliado.

Cambio de era en Grecia

El socio de Syriza, un partido creado tras la expulsión de su líder de Nueva Democracia

 

Su oposición a los recortes provocó que Panos Kamenos (Atenas, 1965), ahora líder de Griegos Independientes, fuera expulsado de Nueva Democracia, arrojado del partido por Antonis Samarás. Kamenos se negó a apoyar en el año 2012 un paquete de ajustes. Anteriormente ya había criticado los términos del primer rescate y había sido obligado a abandonar el grupo parlamentario conservador por no votar a favor del Gobierno de coalición liderado por Lucas Papadimas tras la marcha del socialista Yorgos Papandreu. Y ahora su oposición a la austeridad lo ha lleva a pactar con Alex Tsipras y Syriza.

Tras el portazo a su larga trayectoria con Nueva Democracia Kamenos decidió probar suerte por su cuenta y fundó ANEL en febrero del 2012, una formación situada más a la derecha de su antiguo partido, pero que mantenía la beligerancia hacia las políticas de la UE mostrada por su líder. Gracias a su firme posición contra la austeridad (considera la deuda de Grecia ilegal) conquistó 33 escaños en las elecciones parlamentarias en mayo de ese mismo año.

ANEL es un partido que defiende una política restrictiva con los inmigrantes, aunque en ese sentido no difiere mucho de la que aplicaba Samarás. De perfil nacionalista, es contrario a cualquier acercamiento a Turquía y se mantiene inflexible en la cuestión de Macedonia. Es contrario a que esa país balcánico use nombre oficial, que considera parte del patrimonio griego.

Tiene vínculos con la Iglesia ortodoxa y no aprueba el matrimonio entre homosexuales.

Además, como gran crítico de los partidos tradicionales, Kamenos propone la retirada de la inmunidad parlamentaria a los diputados que considera responsables de la crisis.

 

To Potami supedita su apoyo al programa del nuevo Ejecutivo

 

El líder de la formación centrista To Potami (El Río), Stavros Theodorakis, afirmó ayer tras una reunión con el nuevo primer ministro, Alexis Tsipras, que esperará a conocer el programa de Gobierno para decidir si lo respalda, informa Efe.

Tras una primera reunión, Theodorakis afirmó que, aunque existen muchas reservas, también hay muchas coincidencias y que por ello se acordó mantener el contacto entre To Potami y Syriza sobre temas en los que hay consenso.

Pero insiste en que «la orientación principal» de su partido es «seguir en Europa».