Roberta Jacobson se reúne con los disidentes cubanos

Redacción / La Voz

INTERNACIONAL

ENRIQUE DE LA OSA | Reuters

Todo los críticos al deshielo estuvieron, excepto la líder de las Damas de Blanco

27 ene 2015 . Actualizado a las 04:32 h.

La subsecretaria estadounidense de Estado para Latinoamérica, Roberta Jacobson, se reunió ayer para hablar de derechos humanos en el marco de la normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, con la notable ausencia de las Damas de Blanco. Un día después de participar en las primeras conversaciones de alto nivel entre ambos países en 35 años, Jacobson fue anfitriona de un «desayuno de trabajo» al que asistieron siete prominentes disidentes, entre ellos Martha Beatriz Roque, Miriam Leiva, José Daniel Ferrer y Elizardo Sánchez. También fue invitada la líder de las Damas de Blanco, Berta Soler, pero ella no acudió aduciendo que la mayoría de los invitados apoyan la nueva política estadounidense hacia Cuba, a la que ella se opone. «No participé, mi decisión se debe a que no hubo balance [equilibrio] en los participantes en cuanto a diversidad de opiniones», explicó Soler a la agencia AFP. Sin embargo, otros críticos al deshielo entre Washington y La Habana, como Guillermo Fariñas y Antonio González-Rodiles, sí acudieron al encuentro, lo mismo que Héctor Maseda, el marido de la fallecida fundadora de las Damas de Blanco, Laura Pollán. «Dialogamos con líderes de la sociedad civil independiente en Cuba, hablando temas de derechos humanos y relaciones Estados Unidos-Cuba», escribió Jacobson en su cuenta de Twitter. «La reunión fue muy variada», dijo Beatriz Roque, ex presa de la primavera negra. «Estábamos siete disidentes con pensamientos distintos. Cada uno dimos nuestra opinión y ellos estuvieron muy receptivos», añadió. También Elizardo Sánchez, líder de la Comisión Cubana de Derechos Humanos, comentó que la reunión «fue muy cordial». «La cuestión de que si saludamos o no el diálogo con el Gobierno norteamericano yo diría que es secundaria, que lo importante es que nos mostremos unidos en la libertad, democracia y respeto a los derechos humanos», dijo por su parte José Daniel Ferrer, quien dirige un grupo opositor muy activo en el oriente de la isla. Según Roque, la disidencia cubana hizo hincapié en la necesidad de «poner fin al presidio político». «Tengo la percepción de que EE.UU. son muy conscientes de que el Gobierno no se ha movido, ni en derechos humanos ni en nada en general. Saben que les va a costar mucho« que haya cambios, ha señalado.