Sus cifras son inapelables, 26 años en TVE y los últimos 18 en sus Telediarios, lo cual la convierte en auténtica plusmarquista del formato. María Esperanza Rodríguez Escario es madrileña, de 51 años, licenciada en Periodismo y si no pionera, sí de las primeras en poner rostro a la información deportiva hasta convertirse en un icono. Pudimos verla en juegos olímpicos (seis por ahora, un récord) y en mundiales, y la recordamos en Teledeporte, Estudio estadio y Estadio 2, e incluso antes en espacios como 48 horas y Buenos días.
Actualmente comparte cartel los fines de semana con María Casado y Marcos López, después de la marcha de David Cantero. Más allá de su fidelidad a TVE (llegó a la casa de la mano de Pedro Erquicia) rechazando jugosas ofertas (que las hubo) de algunas privadas, de María Escario, soltera y sin hijos, puede afirmarse que vive entregada a su especialidad.
Estilo propio
Respetada y admirada, que no es poco en un entorno tan cainita como el televisivo, en donde cualquier deslenguado y botaporelas te coloca en el disparadero con desvergüenza torera, Escario no solo imprimió un estilo propio a su manera de comentar y entrevistar, sino que además luce modestia inusual en alguien que ya lo ha vivido casi todo en eso de informar. En el blog de la redacción deportiva de TVE, El tedé entre tres, compartido con Sergio Sauca y Jesús Álvarez, cuando murió Samaranch, agradeció al ex presidente del COI que le hubiera permitido ser la única periodista que le entrevistó en su suite del hotel de Singapur «en plena elección de la sede de los Juegos del 2012», y reconoció haber metido la pata con un involuntario comentario xenófobo (que molestó a Ecuador y Colombia) en la llegada a Madrid de la selección de fútbol después de ganar la Eurocopa 2008. Hay Escario para rato y que el deporte catódico lo vea.