Buenafuente: «Me retiraré a los 78 años como hizo Larry King. Puedo aguantar»

Irene Perezagua MADRID/COLPISA.

TELEVISIÓN

El comunicador cumple cuatro temporadas a bordo de «BNF», el programa nocturno de La Sexta que triunfa desentrañando la actualidad a golpe de ironía

03 nov 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Andreu Buenafuente no se deja cegar por el éxito. Tras cuatro temporadas conduciendo el espacio estrella de La Sexta, BFN, con audiencias que superan la media de la cadena en cinco puntos, este catalán de 45 años triunfa con un espacio que desentraña la actualidad a golpe de ironía. Genio y figura en el programa, tampoco se desenvuelve nada mal fuera de los platós. Eso sí, el presentador admite que en ocasiones su personaje le «cansa».

-¿Qué objetivos se ha marcado para esta temporada?

-La novedad es estar vivo. Mantener BNF significa diez meses de programa diario, que se va reinventando cada día. Hemos arrancado con Miguel Martín como novedad. Apostamos, como el año pasado, por las secciones más teatrales que requieren más trabajo de actor.

-¿Qué es lo que hay que tener para trabajar en «BNF»?

-Un poco de tiempo y mucha pasión por el medio. En nuestro caso, hay mucho amor por esto. No es un mero trabajo. Es algo muy especial. Echas muchas horas y se termina convirtiendo en tu vida.

-Silvia Abril, colaboradora suya durante muchos años, ha fichado por «El hormiguero». Sigue el camino de Santi Millán, Jordi Évole y muchos otros. ¿Le molestan las fugas?

-No. Me parece muy bien en el caso de Silvia. En estos tiempos donde hay trabajo escaso en televisión, El hormiguero es de los pocos programas donde te puedes desarrollar. La gente sierra unas etapas, unos ciclos que consideran que ya han cumplido. Yo a veces discrepo. Pero hay que respetar las decisiones. Soy tolerante.

-¿No es un jefe duro?

-No. Pero sí que me he vuelto más exigente con el trabajo. Tengo un gran compromiso con el espectador.

-¿Le gustaría repetir como maestro de ceremonia en los Goya?

-Pues sí. Estuve muy contento porque fue muy bonito. Me cambió un poco la vida, mejoró mi trabajo, fue como una reválida... Si quieren que esté otra vez, allí estaré.

-¿Tiene alguna oferta más en cine?

-No, y no entiendo por qué no se aprovechan de mi físico... Lo entenderé como una prueba de la crisis del cine español.

-¿Se considera buen actor?

-Hablando en serio, este terreno me da mucho respeto. Cuando me pongo en un set de rodaje, siento como que no tengo seguridad. Para mí es como una asignatura pendiente.

-¿Hasta cuándo seguirá al frente de «Buenafuente»?

-Hasta los 78 años, que es cuando se ha retirado Larry King. ?Si Larry lo ha hecho, yo puedo aguantar.

-¿Quién es más gracioso, Buenafuente o Wyoming?

-Eso no se pregunta. Wyoming, sin lugar a dudas. Es locuaz, en cualquier momento saca una genialidad mientras que yo tengo que prepararme. Además, a veces me canso de Buenafuente y cuando me dicen que soy aburrido, es un pequeño éxito para mí.

-No falta a su cita con Torrente. Estará en la cuarta parte que se está rodando en tres dimensiones...

-Claro, es que si yo no estoy... Torrente no puede seguir (risas).

-¿A quién interpreta?

-Haré de dominguero, solo hago eso en estas películas. Pero estoy encantado

-¿Coincidió con Belén Esteban o Paquirrín en el rodaje?

-No tuve ese placer, y mira que lo estaba esperando...