El primer gran apagón analógico en Galicia concluye mañana, después de dos semanas de encendidos digitales en casi doscientos ayuntamientos gallegos. Y este último día será el más importante, cuantitativa y cualitativamente. La señal digital será la única que se reciba en cuatro de las siete grandes ciudades gallegas y en más de 90 ayuntamientos incluidos en esta primera fase, en donde todavía no se había realizado el apagón analógico.
En total serán casi 900.000 gallegos los que realizarán el lunes esta importante conversión tecnológica. Un elevado porcentaje reside en las ciudades de A Coruña, Ferrol, Santiago y Ourense y en municipios de sus áreas metropolitanas.
Hasta ahora, el proceso de apagados se había realizado de manera progresiva durante cuatro días de la semana. El del lunes será diferente. Todos se harán al mismo tiempo, a partir de las diez de la mañana, y se realizará desde Madrid. A esa hora, habrá un corte de la señal, se dejarán de recibir los canales analógicos, y la pantalla se irá a negro. Solo se podrá leer un rótulo advirtiendo de esta circunstancia y explicando que para seguir viendo la televisión hay que sintonizar la TDT.
En pocos días, también desaparecerá esta información de las pantallas, ya que las frecuencias asignadas para recibir estos canales serán destinadas a otros usos.
La conversión digital también afectará a localidades muy pobladas de la provincia de A Coruña, como Narón. Además, se incorporan a esta fase, por petición expresa del Ministerio de Industria, los municipios pontevedreses de Caldas, Catoira, Vilagarcía, A Illa de Arousa, Vilanova y Crecente, en donde el apagado analógico estaba previsto para el mes de abril. Repetidores que dan servicio a grandes áreas de población como el de Pedroso en Santiago, Meda en Ourense Bailadora, en Ares, Penamoa en A Coruña y Seminario en Ourense solo facilitarán desde el lunes señal televisiva en TDT.
De esta manera, casi doscientos municipios de las provincias de Ourense, Pontevedra y A Coruña ya han realizado la conversión digital, que finalizará en Galicia entre el mes de marzo y el de abril. El Gobierno central sigue manejando adelantar la fecha del apagado definitivo del 3 de abril al 30 de marzo, para evitar la coincidencia con los días festivos de Semana Santa. La Xunta propondrá al Ministerio de Industria -encargado de establecer los calendarios de los apagones- retrasar unos días este proceso, más allá del 3 de abril, y hacerlo de manera progresiva como hasta ahora. El departamento que dirige Miguel Sebastián todavía no ha dado respuesta a esta petición.