El pazo de Meirás celebra una doble boda

Antonio Ojea

GENTE

Un casamiento festivo y alternativo al de la bisnieta de Franco, Leticia Giménez Arnau, reivindica el Pazo de Meirás como edificio de interés público.

08 ago 2008 . Actualizado a las 23:58 h.

Como estaba previsto, a las seis y media de esta tarde el pazo de Meirás (A Coruña) y su entorno acogieron las dos ceremonias previstas para esa hora. En el interior, 300 invitados celosamente protegidos de las curiosas miradas de paisanos y medios de comunicación, asistían al enlace matrimonial de Leticia Giménez-Arnau Martínez-Bordiu, la bisnieta de Francisco Franco Bahamonde. Extramuros del recinto pacego, otro nutrido grupo de invitados escenificaba una boda paralela cargada de ironía y espíritu reivindicativo, representando personajes como el de un redivivo dictador, ataviado con vestimenta de gala y escoltado por su «guardia mora» personal.

En el interior del recinto, que en plena guerra civil fue adquirido a los herederos de Emilia Pardo Bazán para ser regalado a Franco mediante una «suscripción popular» llevada a cabo en plan velis nolis, todo transcurrió con la normalidad propia de estos fastos. Mientras, fuera la comparsa «Os Maracos» daba rienda suelta a su crítica al evento, invitando a empanada, tortilla y pulpo a cuantos quisieras acercarse allí. Del menú de la ceremonia intramuros no ha trascendido nada, probablemente a la espera de su descubrimiento en algunos de las clásicas ediciones del «papel couchè». La policía, atenta y discreta en la medida de lo posible, vigilaba que nada amenazase el sentido del fasto de los Franco.

Pero es que ya la Comisión por la Recuperación da Memória Histórica de A Coruña, inspiradora de la «paraboda» del exterior, había anunciado que no pretendía boicotear la ceremonia intramuros, sino simplemente expresar la reivindicación de que la que fue antigua residencia de la Pardo Bazán sea devuelta al dominio público. La peculiar forma en que, en pleno desarrollo de la guerra civil, se llevó a cabo la «suscripción popular» es la base para aquella reivindicación. Entonces, la cuestación resultó todo lo «voluntaria» que las circunstancias permitían, incluyendo el descuento en las nóminas de los funcionarios públicos de A Coruña, para conseguir la cantidad de dinero que se necesitaba para contentar a los propietarios del pazo, quienes tampoco debieron sentirse muy libres de acceder a la «expropiación».

Un bien destinado a abrirse al público

La boda de la hija de Jimmy Giménez-Arnau y Merry Martínez-Bordiu, se celebró como estaba previsto con la normalidad propia del caso, si exceptuamos que el padre de la novia no estaba invitado. Jimmy Ginénez-Arnau se ha manifestado en varias ocasiones a favor de la devolución del pazo, en el que también él se había casado.

Se da la circunstancia, que algunos consideran poco casual, de que la boda de Leticia Giménez-Arnau se celebra justo una semana después de que la consejería de Cultura de la Xunta de Galicia iniciase el procedimiento para convertir el edificio en un monumento público declarándolo como Bien de Interés Cultural (BIC).

Con una resolución judicial amparando el procedimiento, tal declaración supone que, ya desde el pasado día 1, ninguna modificación puede llevarse a cabo en todo el ámbito del pazo, sin autorización expresa de la consejería. Además, la declaración como BIC supondrá su apertura al público, al menos cuatro días cada mes, aún contando con la oposición reiteradamente declarada de la familia Franco.

La incoación del expediente de BIC contó con numerosos obstáculos puestos en su camino por los titulares del pazo, que siempre reivindicaron la condición de propiedad particular para impedir el acceso de los técnicos de la Xunta que debían analizar el edificio para determinar su posible interés público, hasta que una resolución judicial obligó, el pasado 17 de abril, a que se franquease el acceso de los técnicos.