Un coruñés protagoniza el anuncio navideño de Iberia

TELEVISIÓN

Pablo Baldor Ramos es actor, profesor en la Escuela Superior de Arte Dramático y empresario

30 dic 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

a coruña | Al corazón de su madre viaja Pablo Baldor Ramos, bajo el nombre de Juanito, en el anuncio de Iberia para estas Navidades. Este coruñés ha hecho lo propio en estas fechas y pasará unos días en su ciudad natal con los suyos, que vieron como abandonaba la tradición familiar del estudio de la Medicina por el arte dramático.

Su rostro ha protagonizado más spots, aunque también ha intervenido en la serie de Iñaki Mercero La vida en el aire, en Raquel busca su sitio, en siete capítulos de Cuéntame o haciendo de Natalio en Amar en tiempos revueltos. Más allá de sus interpretaciones para la pequeña pantalla o ligadas al mundo de la publicidad, la vocación de Pablo Baldor es la docencia. Da clases de voz y lenguaje, desde el año 2000, en la Real Academia Superior de Arte Dramático, donde estudió tras la secundaria y a la que volvió tras ampliar su formación en Italia y en Estados Unidos y tras haber superado un máster de Interpretación y Guión en la Universidad de Nueva York.

«A mi vuelta me di cuenta de que aprendía más de mis alumnos que de mis profesores», comenta este actor que oculta su edad, pero desvela que se mueve en la franja «de 25 a 35 años». Además del doctorado que realiza en la Universidad de Alcalá de Henares, este polifacético profesional ha puesto en marcha junto al también actor Alex Cueva la escuela de teatro Acción-escena, de la que es director pedagógico.

«Dar clase es como actuar, tienes que seducir, transmitir... lo que me gusta es comunicar», explica y asegura que como lema tiene «otro mundo es posible». Se ve como un «actor que comparte herramientas» y considera necesario dar la oportunidad de clases regladas que permitan compaginar a los alumnos su aprendizaje con atender un trabajo remunerado. «Hacía falta una escuela profesional, la nuestra es una escuela de actores, creada y dirigida por actores», comenta, y asegura que el aprendizaje de los clásicos ya era así, la transmisión de conocimientos de compañeros de profesión.