Una pontevedresa preside una mesa con su hija, a la que aún da el pecho

redacción / la voz

ELECCIONES GALLEGAS 2009

23 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La normalidad fue la tónica general de las elecciones del 22-M en Galicia, donde solo se registraron incidencias menores y algunas anécdotas. En Pontevedra, Susana López acudió ayer como presidenta de una de las mesas instaladas en el instituto Torrente Ballester con su bebé de seis meses, Elisa. El azar del sorteo quiso que su marido también fuese seleccionado como vocal en otra mesa y, como explicó la mujer, «no tenía con quién dejar a la niña», a la que sigue amamantando. Susana dijo que no pudo presentar a tiempo el recurso para librarse de su obligación electoral. Elisa, por cierto, se portó «fenomenal».

La primera votante, designada vocal en A Coruña. Florinda Estévez se convirtió ayer en vocal de una mesa situada en la Casa del Agua después de que no apareciese ningún titular y solo hubiese dos suplentes para cubrir los puestos. La ley indica que se debe elegir al primer votante que reúna las condiciones mínimas para quedarse. «Los primeros que votaron eran personas de edad muy avanzada y decidimos entre todos que fuese yo, que era la siguiente», dijo Estévez, interventora de un partido. La mesa tardó una hora en abrir porque la Policía Local fue a buscar a los titulares a sus casas. A media mañana seguían en paradero desconocido.

Pintadas contra José Blanco en A Illa. La urbanización de A Illa de Arousa en la que el ministro de Fomento, José Blanco, posee una vivienda amaneció ayer manchada con pintadas ofensivas. La expresión «ladrón dos pobres», referida al ministro, se mezclaba con peticiones de «demolición xa». Una vecina del lugar asegura que incluso alguien arrojó piedras.

Presidente ebrio en Santiago. El presidente de una mesa electoral en el barrio de A Gracia tuvo que ser sustituido al presentarse en el local social con evidentes síntomas de encontrarse bajo los efectos del alcohol. Su actitud le podría conllevar una sanción, según explicó el delegado del Gobierno, Miguel Cortizo: «Tiene que haber parte a la autoridad judicial y se aplicará la ley». Una discapacitada coruñesa vota en la calle. Mónica Forteza denunció ayer que tuvo que votar en la calle porque el local en el que estaba su mesa, en la Sociedad Recreativa de La Gaiteira, no tenía rampa de acceso para su silla de ruedas: «Es indignante, va en contra de los derechos de los ciudadanos y es una clara situación de discriminación», dijo. «Hace dos años sí habían puesto rampa y este me dijeron que no había carpinteros para hacerla», añadió.

Dinero y una loncha de chorizo. Un vecino de Carballo introdujo ayer un sobre en la urna con una nota y 15 euros. En el escrito rechazaba ejercer su derecho al voto al no satisfacerle ningún candidato. El dinero era para los miembros de la mesa por pasar todo el día «aguantando a los votantes». En una mesa en Pontevedra apareció una loncha de chorizo junto con una papeleta.

Denuncias por presiones a personas mayores. El PSOE de Vilamartín de Valdeorras denunció ayer ante la Guardia Civil que la candidata del PP presionó a ancianos de una residencia tras subir a sus habitaciones y llevarlos en bus a votar. Al parecer, ante esta situación, la dirección del geriátrico decidió no dejar entrar a los candidatos. También se denunció carrexo de votos en un asilo de la capital lucense, en una residencia de Sarria y en Castro de Rei, donde, al parecer, varios ancianos fueron trasladados a votar en una furgoneta no adaptada.