Los asistentes se organizan para proseguir con las protestas más allá de la cita electoral
LUGO CIUDAD
La puesta en marcha en la plaza del Obradoiro de una guardería, una zona de estudio para que los universitarios puedan retomar parte de su rutina habitual y hasta un espacio donde atender a los quemados por el sol dan fe de que la intención de muchas de las personas concentradas en Santiago es continuar con su acampada de protesta más allá de la jornada de hoy. Así lo manifestaban ya ayer muchos de ellos, aunque la decisión estaba pendiente de ser aprobada en asamblea.
Además, pese a la prohibición de la Junta Electoral Central, agentes de la policía les comunicaron a los concentrados en Compostela su intención de no intervenir si no se producen incidentes. Asimismo, en Ourense varios de los participantes en la protesta se vistieron chalecos identificativos siguiendo las órdenes de la Subdelegación del Gobierno, que había condicionado su consentimiento para proseguir con la acampada a la adopción de esta medida.
En Lugo, los asistentes a los actos celebrados en la plaza Maior habían retirado sus tiendas de campaña el viernes a petición de la Policía Nacional, pero ayer las volvieron a montar y anunciaron su intención de no abandonar el lugar, tal como decidieron también los concentrados en Vigo y en A Coruña tras las multitudinarias asambleas celebradas ayer por la tarde. En ambos casos, los presentes prepararon la logística para la jornada de hoy (los vigueses planificaron incluso turnos para acudir a las urnas). La asamblea celebrada en la ciudad herculina congregó a unas dos mil personas, que al grito de «no nos vamos» acordaron proseguir en el Obelisco tras la jornada electoral de hoy.