La encrucijada de Rubalcaba

Manuel Blanco

ELECCIONES GALLEGAS 2009

21 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Rubalcaba tiene un problema mayúsculo. El dictamen de la Junta Electoral Central lo ha puesto entre la espada y la pared. Si incumple la resolución administrativa y permite la manifestación, estará sentando un precedente muy peligroso al poner en cuestión una norma que representa además una costumbre inveterada en España: la neutralidad del día de reflexión. Si la acata y ordena a la policía que prohíba la marcha, seguramente acabe descabalgado de la carrera de la sucesión de Zapatero y se lleve por delante las pocas opciones con las que cuenta el PSOE para hacer frente al PP en las generales del año que viene. Haga lo que haga, intuyo que al ministro le esperan unos cuantos palos.

No es una reunión, es una manifestación

Comprendo los motivos que han llevado a miles de personas a salir a la calle. Su hastío, su desesperación... Pero lo que se propone hacer el Movimiento 15-M hoy no es una reunión, es una movilización con evidentes connotaciones electorales. Entre las consignas que han azuzado las conciencias de miles de ciudadanos estos días figura una que insta a no votar a PSOE, PP y CiU. Hasta ayer, estaban en su derecho de pedir este veto, y probablemente se puedan encontrar sin dificultad motivos para secundar su propuesta. Pero hoy toca reflexionar. La ley lo dice. Y nos guste o no, el respeto a las normas que nos hemos dado, su cumplimiento, es lo que diferencia a nuestro sistema de otros más tóxicos.