Ana Rodríguez: «Cuando me jubile, por fin podré ejercer de abuela al cien por cien»

susana basterrechea REDACCIÓN / LA VOZ

ELECCIONES GALLEGAS 2009

La familia. Esa es la brújula que marca el norte de la alcaldesa de Cerdido y candidata por el PP a la reelección este 22-M.

10 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La familia. Esa es la brújula que marca el norte de Ana Rodríguez Montero (Cedeira, 1945), alcaldesa de Cerdido y candidata por el PP a la reelección este 22-M. De hecho, solo se lió la manta política a la cabeza tras quedarse viuda y al hacerse mayores sus tres hijas. «Estar con ellas y con mis dos nietos son mi principal hobby», resume.

-Y cuidar su jardín.

-Sí, me encantan las plantas, se me dan bien. Tengo camelios, magnolios, cerezos, un ginko... Pero tengo el jardín un poco asilvestrado, la verdad, me falta tiempo. Mi hermana, que vive en Madrid, cada vez que viene y lo ve me dice: «Madre mía, lo que ha crecido todo». Y yo le contesto: «Claro, es que estamos en un sitio con un clima privilegiado, suavecito y con lluvia».

-En Cerdido, pero usted nació al borde del mar, en Cedeira. ¿Es más de costa o de interior?

-[Se lo piensa] Bueno, me gustan más el campo y la huerta, pero ver el mar, también. Lo tengo al lado, a 12 kilómetros, a tiro de piedra. Lo que no podría es vivir en un sitio como Castilla. Iría allí a ver algún monumento, pero nada más. Lo mío es la Galicia verde.

-También le gusta cantar.

-Participo en un coro, sí, pero eso ya viene de antes.

-¿Y qué tipo de música le va más?

-[Se ríe] Uy, a mí lo melódico, lo que ya no está de moda. La música de ahora es algo complicadísimo.

-Se licenció en Magisterio, aunque apenas ejerció de maestra. ¿Por qué?

-Porque tan pronto terminé me casé. Entonces no te casabas a los treinta y pico, yo tenía 22 años. Mi marido ya tenía plaza de profesor de dibujo y decidimos que yo me encargaría de la familia. Prefería estar con él que de maestra, sola, en el quinto pino. Sé que parece machista, pero no lo fue, fue algo de mutuo acuerdo.

-¿Ha cambiado mucho entonces lo de dar clase?

-Antes había respeto hacia los profesores. En los últimos cursos que dio, mi marido ya me decía que lo de dar clase era tremendo, que los alumnos mandaban más que los profesores. A ver si se encauza eso.

-Le falta poco para los 67. ¿No piensa jubilarse?

-Más adelante sí me gustaría descansar y disfrutar más de mis nietos. La niña vive conmigo y tiene cinco años, el niño va para tres. Me alegran la vida y me cambian el chip de la cabeza por completo. Cuando me jubile, por fin podré ejercer de abuela al cien por cien.

no me hable de política ana rodríguez, candidata del pp en cerdido