Analizan la abundante documentación en árabe intervenida a los detenidos en Galicia

j. m. pan / E. mouzo REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Los detenidos en el 2016
La Voz

Los dos argelinos estaban siendo vigilados por la Guardia Civil desde hacía un año

30 nov 2016 . Actualizado a las 07:53 h.

Hace aproximadamente un año los servicios de Información de la Guardia Civil empezaron a sospechar de los dos argelinos que fueron detenidos el lunes en sus domicilios de Arteixo y Vimianzo. Sus comunicaciones y contactos pusieron en alerta a los investigadores, que vinculaban a los dos hombres con una red de inmigración irregular que podría tener conexión con activistas del Estado Islámico, según fuentes de la investigación. En concreto, los agentes de la Jefatura Central de Información empezaron a trabajar con la hipótesis de que la red con la que supuestamente operaban los dos argelinos habría facilitado la entrada en Europa de terroristas que participaron en los atentados cometidos en noviembre del 2015 en París, en los que murieron 130 personas en los ataques a la sala Bataclán, al estadio de fútbol y a bares y restaurantes de la ciudad.

Ahora, los investigadores están analizando toda la documentación que fue intervenida en los registros efectuados en los domicilios de los detenidos en Galicia y de los dos marroquíes que fueron apresados en Almería. Según la Guardia Civil, los cuatro tenían contacto frecuente entre ellos y también con al menos uno de los terroristas de la masacre de París, con el que se habían comunicado antes o después de los atentados de noviembre. La mayoría de los documentos intervenidos, tanto en papel como en soporte informático, están escritos en lengua árabe lo que hace necesaria la intervención de un equipo de traductores para permitir su examen detallado por parte de los investigadores del servicio de Información.

Los detenidos fueron trasladados a Madrid el mismo lunes fuertemente custodiados por agentes especiales del instituto armado. Ayer aún permanecían en dependencias policiales y se espera que en las próximas horas, probablemente a lo largo del día de hoy, pasen ya a disposición del magistrado Ismael Moreno, magistrado del Juzgado de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional, que dirige las investigaciones y que tomará una decisión sobre el futuro inmediato de los detenidos tras escuchar sus declaraciones.

Las investigaciones de la Guardia Civil tratan de comprobar cuál era el papel de los cuatro detenidos y si estaban realizando labores de captación y adoctrinamiento en relación con terrorismo yihadista. El delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva, confirmó ayer ese extremo. Explicó que los arrestados son «persoas vencelladas a temas de terrorismo yihadista, en concreto a actividades inicialmente dirixidas a temas de captación e adoutrinamento». Villanueva quiso lanzar un mensaje de tranquilidad y recordó las detenciones practicadas en los últimos años por los cuerpos de seguridad del Estado, a los que felicitó. El nivel de alerta 4 obliga a mantener una vigilancia policial extrema, en especial en zonas de aglomeraciones y en puntos sensibles como aeropuertos, estaciones de tren y transportes públicos. El siguiente nivel de alerta, el 5, es el más alto e implicaría la participación del Ejército en la vigilancia.

Al centro de salud de Arteixo

Abdelkarim Tergou, el argelino detenido el lunes en Arteixo, fue llevado poco después de su arresto al centro de salud de la localidad. Llegó fuertemente custodiado por media docena de agentes especiales de la Guardia Civil. Eran las diez de la mañana y el operativo sorprendió al personal y a los usuarios del centro sanitario. «Los guardias civiles venían con pasamontañas y con chalecos antibalas. Creímos que pasaba algo en el centro de salud», explicó ayer una mujer. Los agentes acompañaron al detenido a una consulta y a los quince minutos salieron con el detenido, «lo metieron en un coche camuflado y se lo llevaron».

Ayer se supo que el compañero de piso de Tergou también fue esposado cuando los agentes entraron en la vivienda. Fue para trasladarlo al trastero y al garaje. Tras la inspección lo llevaron al piso, le permitieron vestirse y le ordenaron que bajase a la calle.