La mujer del arrestado en Vimianzo: «Non lle notei ningunha radicalización. Para min é inocente»

Patricia Blanco
Patricia Blanco CARBALLO / LA VOZ

GALICIA

JOSÉ MANUEL CASAL

La responsable de la granja en la que trabajó el detenido asegura que «cumpría co seu traballo e cos seus horarios»

30 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Dice que en casa están preocupados, con nervios «e aínda co susto no corpo». La detención este pasado lunes del joven argelino de 33 años Abdelkader Redjimi en Tufións (Cereixo, Vimianzo) ha tomado por sorpresa a los vecinos y a su propia familia, residente en el número 85 de esta pequeña localidad. La mujer del ahora detenido, vimiancesa, explicaba ayer desde la vivienda, acompañada por su madre y el resto de familiares, que de momento no han tenido notificación alguna al respecto de la operación en marcha: «Non sei nada, aínda non se comunicaron comigo, pero eu só digo que el, como persoa, era excelente. Como marido, como pai e como xenro». Define a su pareja como «un home traballador», con el que hacía «unha vida moi normal». «Non lle notei ningún cambio nese sentido, ningunha radicalización. Non sei que tipo de probas poden ter. Son cousas que haberá que ver logo nun xuízo», señala. Es por ello que, mientras no tenga más datos, prefiere ser cauta en sus declaraciones. Solo insiste en un mensaje: «Quero dar as grazas. Aos veciños, a toda a xente que nos está apoiando. Ao alcalde, tamén. Hai que agradecer que confíen en ti, que che dean calor nun momento así». En Tufións, los residentes consultados coinciden en el carácter honrado y trabajador de esta familia.

La mujer del argelino recuerda el susto inicial que se llevaron cuando las fuerzas de seguridad, los agentes de la Guardia Civil, entraron armados en su vivienda: «Pareceume algo desmesurado. A maneira na que entraron non me pareceu normal. Saben que viven menores, unha familia, nin que houbera aquí unha banda». Era todavía madrugada cuando sucedió. A día de hoy, en este momento, afirma: «Para min é inocente. Eu defendo ao meu marido, ata que me demostren o contrario». En el mismo sentido se pronunció la madre de la joven, el lunes a mediodía. Aun sin querer entrar en detalles, incidía en la misma idea: «Nesta casa sempre houbo respecto de todos con todos».

Algunos vecinos del municipio comentaron que veían a menudo a Redjimi con otros hombres, de su misma o parecida procedencia, casi siempre personas distintas. Ello, y el hecho de que haya sido detenido en una ocasión por el robo de una bicicleta o de que las fuerzas de seguridad sospechasen de parte de sus actividades, da pie a que algunos desconfíen de su posible inocencia en este caso de presunta relación con una red de inmigración irregular, una red de captación de yihadistas en la que él se encargaría del aspecto organizativo e intelectual. «Claro que ten que haber opinións. A xente fala, é o normal. Tendemos a iso, a poñer a todos no mesmo paquete, ata que nos toca, pero non sempre o que se ve é a realidade», dice la pareja del joven argelino, que insiste en esa idea de considerarlo inocente hasta que las pruebas le digan lo contrario. Redjimi llevaba tres años empadronado en esta localidad vimiancesa de Tufións: la pareja tiene en común un niño de trece meses. Ella, además, tiene dos hijas de una anterior relación.

«Cumpría co seu traballo e cos seus horarios»

El detenido en Tufións trabajó en el 2014 en la explotación ganadera Marcote (Muxía). Victoria Insua, responsable, asegura: «Non teño nada que dicir del. Cumpría co seu traballo, cos seus horarios». Dice que se fue por propia voluntad. No percibió nunca un mal comportamiento por su parte. Explica que ese año falleció su padre, y Redjimi y el otro trabajador magrebí se quedaron solos un día en la explotación trabajando, «e atenderon a casa coma se estivese eu». En el mismo sentido se pronuncian desde la empresa maderera fisterrana para la que trabajó: «Como obreiro, perfecto. Non creo nin que tivese tempo para andar nesas cousas».