Diez de los acusados lo son por un presunto delito contra los derechos de los trabajadores, mientras que a los otros tres se les atribuye un delito de homicidio imprudente.
20 dic 2011 . Actualizado a las 15:07 h.El fiscal ha imputado a trece personas, para las que pide un total de 36 años de cárcel, como responsables de la muerte por electrocución de un trabajador rumano. El suceso ocurrió el 2 de mayo del 2008 en un terreno del municipio de Becerreá donde una empresa subcontratada realizaba labores de tala y poda de árboles debajo y en las inmediaciones de una línea eléctrica. Diez de los acusados lo son por un presunto delito contra los derechos de los trabajadores, mientras que a los otros tres se les atribuye un delito de homicidio imprudente. Entre los imputados figuran encargados de Unión Fenosa y también del denominado centro de operación de redes. La primera sesión del juicio, en la Sala de lo Penal 1 de Lugo, se suspendió ayer.
El fiscal asegura que los tres operarios que se encontraban el día de los hechos en el monte llevaban equipos de trabajo carentes de protección aislante frente al riesgo eléctrico. El fallecido era un joven rumano sin permiso de trabajo en España, no estaba dado de alta en la Seguridad Social y no había recibido formación específica para desempeñar el trabajo que realizaba, según el fiscal.