Un hombre enfermo sobrevive perdido de noche en un monte

j. alonso, b. antón A PONTENOVA, FERROL / LA VOZ

GALICIA

Dos personas no pudieron dormir en un albergue en Ferrol, lleno a causa del frío

20 dic 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Enfermo de alzhéimer, con 81 años, solo, con temperaturas que rondaban los cero grados y perdido en un monte, abrigado en un matojo de silvas a apenas 200 metros de su casa. Así pasó la noche José Castelao Méndez, uno de los tres vecinos de Navallo de Vilarmide, un núcleo rural de A Pontenova (2.300 habitantes). Durante unas horas la tragedia se cernió sobre el pueblo. Todos (unas ochenta personas, incluyendo a miembros de Protección Civil, operarios municipales y Guardia Civil) se volcaron en la búsqueda del hombre, que poco después de las tres de la tarde del domingo había salido de su casa, en la que vive con su hijo, José Manuel. Fue un descuido, unos minutos en los que por primera vez cruzó más allá de la carretera.

El tiempo pasaba y conforme avanzaba la noche se temió lo peor. Pero poco después del mediodía de ayer un vecino, Jesús Gayoso, y el alcalde, Darío Campos, hallaban a José, de pie, sereno, entre unas silvas que le ocultaban buena parte del cuerpo. «Coñeceume e díxome que estaba ben e que saíra facía un pedazo», comentaba ayer Jesús Gayoso, y añadió: «Non me explico como pasou a noite, co frío que facía. Houbo sorte, non morreu de milagre».

José Manuel Castelao está convencido de que de madrugada, durante la búsqueda de su padre, debió pasar por su lado: «Anduvimos por alí, estiven canda el, pero non oín nada». José es un hombre menudo, frágil por la edad y su enfermedad, pero ayer las pruebas que le hicieron en Lugo contrastaron que la noche perdido en el monte y el frío no le han hecho mella: «Está ben, aínda que un pouco nervioso. Da noite non se lembra nada. Di que durmiu na cama, coma sempre», explicaba anoche su hijo.

Refugios para los sintecho

El frío algo más intenso del fin de semana es la causa también de una mayor afluencia en algunos de los albergues para personas sin hogar que funcionan en Galicia. En el refugio Pardo de Atín, de Ferrol, ubicado en la parte trasera del Hospital Juan Cardona de Caranza, el pasado sábado no hubo camas suficientes para atender toda la demanda. «Dimos de cenar a todo el mundo que vino, pero al llegar la hora de ir a la cama, hubo una pareja que se tuvo que marchar porque nuestras 42 plazas estaban ocupadas», explica la madre superiora sor Purificación, directora del centro.

Según apunta la religiosa, gran parte de las personas que recurren al albergue proceden de Portugal: «Es gente que se mueve mucho. Muchos van primero al refugio de Santiago, después al de A Coruña, de allí vienen aquí y de aquí marchan a Asturias». En el centro ferrolano, los sintecho pueden pernoctar un máximo de 15 días seguidos -y sin límite de tiempo cuando hay camas suficientes-, pero al haber más peticiones, el tiempo de estancia se ha reducido. «Una mujer llegó a estar aquí 264 días seguidos, pero si viene mucha gente, eso no puede pasar. Los que llevan más tiempo tienen que dejar paso a los nuevos», explica sor Purificación. En Cáritas, de hecho, aseguran estar hasta los topes desde principios de verano. «Antes, de junio a octubre solía bajar mucho la actividad, pero este año no ha sido así», comenta Carmela Primo, responsable del programa Sin Techo de la organización.

En Vigo, además, ayer abrió sus puertas la casa de Pescador, con 50 plazas para personas sin hogar. El refugio, donado por la Fundación Valeriola al Concello vigués, se usará dentro del dispositivo de frío y cuenta con, además de camas, duchas, consigna y servicio de café para transeúntes. El dispositivo estará operativo hasta marzo.

Localidades bajo cero

La entrada del anticiclón el fin de semana propició la creación de una especie de pasillo por el que se coló el aire frío del norte del Atlántico. En consecuencia, las temperaturas, sobre todo las mínimas, bajaron de forma moderada tanto el sábado como el domingo y la madrugada de ayer, y el termómetro registró valores bajo cero en numerosas localidades. En las zonas de montaña se alcanzaron los registros nocturnos más bajos: según datos de MeteoGalicia, ayer en Manzaneda hubo -7,2 grados (la mínima absoluta de la jornada), -6,2 en A Veiga y -3,6 en Pedrafita do Cebreiro y Os Ancares, por ejemplo. Tampoco llegaron a cero grados en puntos, todos en el interior, como Lalín (-2,8 grados), Arzúa (-2,2) y Lugo capital (-0,3).

Hoy, sin embargo, un frente asociado a las borrascas del norte rozará Galicia y hará que llueva, pero también que las temperaturas suban y sean más suaves de madrugada (se prevén 12 grados en A Coruña, 11 en Vigo, 8 en Santiago o 7 en Ourense). El miércoles regresa la influencia anticiclónica y el jueves por la noche los termómetros podrían volver a descender.

-7,2 grados

En Manzaneda

Valor más bajo ayer. Las temperaturas más frías se registraron en zonas de montaña.

2,5 grados

En Ferrol

Hubo heladas en el interior, y en la costa también se notó el descenso en los termómetros.