La Guardia Civil atribuye a una vecina dos supuestos delitos de incendio y simulación y no descarta más detenciones
03 dic 2011 . Actualizado a las 06:00 h.El misterio del incendiario que en los últimos días atemorizó a la parroquia de Vilameá, en el concello de A Pontenova (2.785 habitantes) parece próximo a resolverse. Ayer, la sorpresa en el municipio lucense fue mayúscula en cuanto se comenzó a correr la voz de que una vecina había sido imputada por la Guardia Civil. Se trata de M.?P.?G.?V., de 55 años. Fue esta mujer la que alertó del primero de los intentos de quemar una casa en el barrio de Cadavedo, cuando las llamas habían prendido en un montón de leña próximo a la vivienda en la que ella se encontraba trabajando, cuidando a una mujer enferma.
La Guardia Civil entiende que «existen indicios racionales suficientes» para imputar a M.?P.?G.?V. un supuesto delito de incendio y otro de simulación, al encender el fuego que posteriormente ella misma denunciaría. No obstante, el operativo policial sigue abierto y no se descartan próximas detenciones, ya que quedan por aclarar otras tentativas de quemar casas en Vilameá.
M.?P.?G.?V. fue la víctima de una de ellas, ocurrida el pasado domingo a las cuatro de la tarde. Todo quedó en un susto porque un vecino que pasaba por allí con su coche vio humo y dio la voz de alarma. En este caso, se había apilado leña al pie de una ventana y de la puerta. Solo prendió la primera, pero sin llegar a provocar daños en el inmueble. Parece ser que es este el caso por el que la Guardia Civil le imputa los dos supuestos delitos de incendio y simulación.
Además, se produjo otra tentativa en un alpendre situado junto a otra vivienda próxima, y también alguien rompió el contador de la luz de otro inmueble.