Ayer mismo fue detectado un transporte con el sistema manipulado
28 nov 2011 . Actualizado a las 12:25 h.La Guardia Civil de Tráfico de Galicia investiga desde hace meses la existencia de una red que se dedica a manipular tacógrafos de camiones que realizan rutas de larga distancia. Los agentes sospechan de un entramado de mecánicos especializados de Galicia o de fuera que trabajan de forma clandestina y que permite la instalación de los dispositivos evitando la vigilancia de las autoridades.
El modo en el que se realizan estos trucajes es el que lleva a los investigadores a sospechar de que puede haber una especie de organización que se encarga de coordinar los trabajos para manipular los tacógrafos. Según pudo saber La Voz, se sospecha que los interesados en el trucaje llaman a un número de móvil que va variando para no dejar rastro de las llamadas. El interlocutor dice el precio del servicio, unos 1.500 euros, e indica al camionero los pasos a seguir, dónde dejar el vehículo y a qué hora recogerlo. Nunca hay contacto entre las partes.
La alteración de los sistemas de control en los camiones no es nueva para los agentes de transportes de la Guardia Civil de Tráfico. De hecho, esta es una infracción que detectan con demasiada frecuencia, entre otras cosas porque las patrullas de toda España intercambian información que les permite actualizarse sobre los nuevos sistemas que se están utilizando.
Precisamente, el último de los casos detectados en Galicia, que ocurrió ayer por la mañana en una carretera de la provincia de Pontevedra, permitió descubrir un novedoso dispositivo para alterar el tacógrafo del camión.
Sobre la pista
Poco antes de las nueve de la mañana, una patrulla de la Guardia Civil de Tráfico dio el alto a un camión que transportaba una carga de bobinas de papel. Procedía de Pontevedra y su destino era el puerto de Barcelona. Los agentes, del equipo de transportes del Sector de Galicia, estaban sobre la pista de transportistas que estaban realizando más horas de las permitidas, por lo que procedieron a inspeccionar la cabina del camión en busca de algún dispositivo que permita alterar el tacógrafo, que recoge las horas de conducción y las velocidades a las que ha circulado el camión.
Fuentes cercanas a la investigación explicaron que en muchas ocasiones se localizan en el salpicadero de la cabina teclas o botones camuflados con el resto de los mandos del camión.
Pero en el caso de ayer el sistema de activación estaba instalado en un mando a distancia como los que se usan para abrir garajes. Tenía varios botones que permitían desde la reducción de las horas registradas hasta la velocidad por tramos.