Unos cincuenta agentes participaron en un dispositivo que duró 4 horas
24 nov 2011 . Actualizado a las 11:56 h.La policía puso fin ayer a la ocupación de la Sala Yago, en la céntrica rúa do Vilar de Santiago de Compostela, con la detención y posterior desalojo de once personas que permanecían en el interior del local desde que fuera allanado la madrugada del pasado viernes. En el dispositivo, coordinado por el Juzgado de Instrucción número 2 de Santiago, participaron cerca de medio centenar de miembros de la Unidad de Intervención Policial (UIP), del Grupo Operativo Especial d Seguridad (Goes) y del grupo de Técnicos Especialistas en Desactivación de Artefactos Explosivos (Tedax), de A Coruña.
Los once detenidos fueron trasladados a la comisaría provisional de San Pedro de Mezonzo, acusados de «usurpación y tenencia y depósito de sustancias y aparatos inflamables e incendiarios». A última hora de la tarde todos habían sido puestos en libertad, a la espera de citación judicial. La policía señaló que se incautaron en el interior de la Sala Yago todo tipo de materiales para «confeccionar cócteles molotov» y que, en caso de ser utilizados o arrojados, «bien en lugares cerrados o calles estrechas, o contra bienes o personas, tendrían un alto poder destructivo», según precisan los agentes.
Apoyo a los desalojados
No fue hasta las dos de la tarde cuando los okupas fueron desalojados pacíficamente y conducidos en una furgoneta a la comisaría. A las puertas de la sala, cerca de un centenar de personas gritaban consignas a favor de la ocupación y en solidaridad con los detenidos. Los momentos de mayor tensión se produjeron cuando la policía cargó contra algunas de estas personas. En el cruce entre la rúa do Vilar y Xelmírez, los agentes dispararon una bola de goma, justo después de esquivar el impacto de una piedra arrojada contra la policía.
Por su parte, operarios del Concello, acompañados por el concejal Juan de la Fuente, bloquearon las entradas a la sala clavando tablones. También retiraron las pancartas que los okupas habían descolgado en los balcones del edificio. Las personas que apoyaron en la calle a los desalojados corearon consignas como «un desaloxo, outra ocupación».