Cuatro incendiarios asumen penas de cárcel por dos fuegos

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

GALICIA

Condenas de 1 y 2 años por quemar un monte en Crecente en el 2005

23 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Finalmente, los nueve miembros de un jurado no tuvieron que decir la última palabra en el caso de cuatro incendiarios a los que vinculan con dos fuegos ocurridos en octubre del 2005 en Crecente. Un acuerdo el mismo día del juicio con la Fiscalía de Pontevedra evitó ayer que los encausados tuviesen que ser enjuiciados por el tribunal popular.

Todos los imputados aceptaron un año de cárcel, excepto en el caso de F.P.R. que, debido a su participación en los dos fuegos, asumió dos años -uno por cada uno de los delitos de incendio forestal-. La conformidad alcanzada por las defensas y el ministerio público conlleva, asimismo, que los procesados asuman el pago de algo más de mil euros de multa por cada uno de los dos delitos y los costes de la extinción de los fuegos, que ascienden a más de veinte mil euros.

El primero de los dos fuegos tuvo lugar el 3 de octubre del 2005, cuando F.P.R. y A.C.R. se pusieron de acuerdo para, «con la intención de dañar el medio natural», prender un incendio en una zona de pastizal en las proximidades del lugar conocido como Virxe do Camiño. La rápida intervención de los equipos de Medio Rural, que desplegó medios aéreos y terrestres, impidió, en gran medida, que ardiesen más de las 0,85 hectáreas que resultaron calcinadas.

Artefacto artesanal

Apenas veinticuatro horas después de este primer suceso se produjo el segundo. En esta ocasión, el fiscal sostiene que, además de dañar el medio natural, su intención fue la de perjudicar al tecor de Crecente.

Para lograr este objetivo, F.P.R., junto con D.V.V. y A.A.V., se dirigieron al monte propiedad de la sociedad de cazadores, en las proximidades de Virxe do Camiño. Allí utilizaron un artefacto incendiario artesanal, compuesto de una mecha con numerosas cerillas adosadas que colocaron en un tojal. Un segundo foco fue plantado en las cercanías de una pista de motocrós.

En esta ocasión, el fuego consumió casi una veintena de hectáreas de pinos y monte raso antes de ser sofocado.