La Xunta de Galicia impuso una multa al Concello de Arbo de 6.000 euros por quemar los residuos que gestiona en el punto limpio municipal en lugar de gestionar su retirada a través de un gestor autorizado. La sanción se produjo tras una visita de los técnicos de Medio Ambiente a las instalaciones, operativas desde el año 2006. Las alegaciones presentadas por el actual gobierno local han permitido que finalmente solo tengan que afrontar un pago de 600 euros. Además, han llegado a un acuerdo con una empresa para hacerse cargo de los voluminosos allí almacenados. Gracias a ello el servicio volverá a estar activo para los vecinos del municipio.
El gobierno saliente explicó que negociaban con varias firmas esta labor, pero nunca llegaron a cerrar un acuerdo. Según la versión del anterior alcalde, no fue necesario el vaciado en los cuatro años de funcionamiento porque los restos eran asumidos en la zona de almacenaje.