Desbordados por la basura

serafín lorenzo SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

El aumento de concellos adheridos y la desidia política colapsan Sogama

18 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Galicia tiene un problema con la gestión de la basura. La falta de capacidad para garantizar su tratamiento óptimo obliga a enviar a vertederos más de la mitad de los residuos que genera. Son 640.000 toneladas de desechos que acaban enterradas cada año y que, además de un elevado coste económico, tienen un elevado impacto ambiental. A pesar de que la situación no es nueva, las soluciones volverán a llegar con retraso. Entre otros factores, por motivos políticos. Mientras el aumento de los concellos que enviaban sus basuras a Sogama iba dejando pequeño el complejo de Cerceda, las administraciones se enredaron en un debate entre incineración y compostaje que no ha llevado a ninguna parte.

¿Cuánta basura produce Galicia y que tratamiento se le da?

La comunidad generó 1,2 millones de toneladas de residuos en el 2010. Para su gestión, Galicia cuenta con tres sistemas de tratamiento autorizados. El predominante es el modelo de Sogama, que utiliza la basura de 296 concellos adheridos para producir energía. El complejo de Cerceda trata 963.000 toneladas al año, lo que representa el 81 % del total. Ese sistema cuenta con dos alternativas, en las plantas de Nostián y de Lousame. La de Nostián recibe los residuos de A Coruña y de ocho municipios más del consorcio de As Mariñas, desechos que emplea para obtener biogás. Son 188.000 toneladas al año, el 16 % del total. La planta de Lousame atiende a 9 concellos de la Mancomunidade Serra do Barbanza y convierte en compost las 33.700 toneladas anuales que generan, el 2,8 % de las que produce Galicia.

¿Cómo se transportan esos residuos hasta la planta de Cerceda?

El medio de transporte más utilizado por Sogama es el camión. Aunque la sociedad de gestión está apostando por el ferrocarril, el 55 % de los residuos procesados en la planta de Cerceda llegan por carretera, lo que provoca quejas frecuentes por ese tráfico pesado. El 45 % restante se transporta por tren. Salvo el lunes, todos los días llegan al complejo trenes de Vigo y Ourense. El de Vigo transporta una media de 26 contenedores, con 520 toneladas de basura diarias. El de Ourense, con 16 contenedores, traslada 300 toneladas.

¿Por qué más de la mitad de esos residuos acaban en vertederos?

La razón principal es la falta de capacidad de Sogama. El problema del colapso del complejo de Cerceda está ligado a la paulatina incorporación de concellos a ese sistema. La planta está dimensionada para tratar la mitad de esas 963.000 toneladas que recibe en la actualidad. Esto incide en que 515.000 toneladas acaben en vertederos, a las que se suman 109.700 procedentes de Nostián y 12.600 de Lousame. El resultado es que se entierra el 53,8 % de la basura gallega, un porcentaje que el Plan de Xestión de Residuos aprobado por el Gobierno de Feijoo pretende reducir de forma progresiva hasta alcanzar el 24 % en el 2020. Para ello, el plan se marca el objetivo de elevar del 10 al 30 % la reutilización y el reciclaje, y mejorar los porcentajes de recuperación de vidrio, papel, cartón, envases ligeros y residuos orgánicos, en este caso, a través del compostaje.

¿Cuándo comenzó la saturación de Sogama y qué medidas se tomaron?

La necesidad de buscar soluciones para evitar un colapso del complejo de Cerceda ya era evidente en el 2005, durante el último tramo de la gestión de Fraga y la llegada del bipartito. El vertedero de Areosa avanzaba hacia su colmatación, pero no se aportaron medidas. Solo la desidia política puede explicar que un plan de gestión que se diseñó para el período 1998-2001 haya llegado hasta la actualidad, cuando Galicia produce 400.000 toneladas más que entonces. Pese a ese incremento escalonado, el nuevo plan tardó más de diez años en llegar, y todavía habrá que esperar cuatro más para disponer de las infraestructuras necesarias. El bipartito dejó un borrador que la Xunta actual tachó de «brindis al sol». Se trataba de una apuesta por el compostaje que el Gobierno de Feijoo descartó con la tesis de que reproduciría a escala gallega el «error» de Nostián. Aquel documento contemplaba la construcción de un parque ambiental en Carballeda de Avia, que en cierto modo es el germen de la idea del Gobierno de Feijoo de construir una planta de tratamiento en Ourense. La del bipartito se basaría en el compostaje, la de la Xunta actual utilizará la incineración.

¿Qué cambió con el relevo en la Xunta?

La mudanza en Raxoi supuso un giro en la gestión de residuos. El Gobierno de Feijoo realizó una auditoría de Sogama que reveló que al vertedero de Areosa le quedaba menos de un año de uso. Tomó tres medidas: la construcción de un nuevo vaso de vertido para 142.000 toneladas, la ampliación del vertedero con un proyecto de recrecido y la aprobación de un proyecto supramunicipal para ampliar el depósito de Areosa en un 40 % más de superficie. Medio Ambiente calcula que el vertedero tendrá ocho años más de vida, plazo que prevé triplicar cuando esté lista la planta que Estela Eólica construirá en la provincia de Ourense. Pero hasta que esas infraestructuras estén en servicio, en el 2015, Galicia enterrará más de dos millones de toneladas de basura.

análisis el tratamiento de los residuos urbanos