Los locales de copas tienen tres meses para adecuar sus licencias
18 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Tres meses. Ese es el tiempo del que disponen los propietarios de los diez locales de copas que operan en O Grove con licencia de tablao flamenco para adecuar sus permisos «á súa actividade real». La decisión del Concello fue comunicada ayer a los empresarios de la noche por el concejal Fredi Bea, quien confía en que durante los próximos noventa días «todos eles pasen pola oficina técnica e inicien os trámites para axustarse á lei».
El edil delegado de Seguridade considera que el plazo dado es más que suficiente para que los propietarios de los supuestos tablaos flamencos den una muestra de «boa vontade». «Haberá casos nos que, polas obras que haxa que facer, ese prazo se teña que prolongar. Estamos dispostos a esperar, non temos afán de pechar locais. Pero sempre e cando vexamos que a xente asume as súas responsabilidades», dice el concejal.
Los propietarios de los locales nocturnos cuya licencia no coincide con la actividad que en ellos se desarrolla parecen haber acogido con resignación la decisión municipal. «Mucho no podemos decir», reconocía ayer el titular de uno de los pubs que operan con licencia de tablao flamenco. «El planteamiento que hace el Concello es bastante razonable, nos dan un margen de tiempo para hacer las cosas, así que no tenemos mucho margen de crítica», sentencia.
Esa postura parece estar bastante extendida entre el sector de la noche. De hecho, desde el Concello se señala que por las dependencias municipales «nos últimos días xa teñen pasado os propietarios de varios locais para ver os pasos que teñen que dar para regularizar a súa situación».
Fredi Bea, que se mostró muy satisfecho del grado de entendimiento alcanzado con los empresarios de la noche, ha tomado nota de una de las peticiones realizadas por estos: que el Ayuntamiento revise y controle, también, las licencias y el cumplimiento de horario del resto de los locales de hostelería. «Claro que o imos facer», promete el edil. Sobre la mesa, recuerda, tiene un centenar de licencias pendientes de revisión.