Tras conocer que cuatro casas de Salcedo fueron objetivo de los ladrones en apenas unas horas, una cierta sensación de temor se ha instaurado en algunos puntos de esta parroquia pontevedresa. Y es que cada vez son más los vecinos que suscriben las palabras de una de las víctimas, Alfonso Lamas, cuando manifestó su convencimiento de que «tiveron que contar con alguén de por aquí, alguén de aquí tería que estar metido polo medio».
Los vecinos coinciden en que los ladrones tenían un conocimiento exacto de qué casas estaban vacías en el momento de actuar, así como cuál era la mejor forma de acceder a su interior. «Por aquí pasan muchos drogadictos», indicó la clienta de una farmacia, mientras que su acompañante incidió en que una zona muy concreta de la parroquia tiene «un grave problema de prostitución».
A estas circunstancias se suma la aparente impunidad con la que actuaron los asaltantes. Ya no solo se trata de que consumaran algunos de los robos a plena luz del día, sino que además evitaron la presencia de perros sin causar mayores destrozos. «Creo que fueron a por casas que no tenían alarmas. Sabían muy bien dónde tenían que robar», indicó otra vecina.
La tesis de la existencia de cómplices no es compartida, ni mucho menos, por todos. Expertos en la lucha contra el crimen organizado, de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, consideran «altamente improbable» esta posibilidad. Reseñaron que, al margen de pequeñas colaboraciones, las bandas especializadas procedentes de la Europa del Este suelen ser cerradas a la inclusión de delincuentes nacionales. Eso sí, reconocen que cada vez es más habitual esta presencia. En este sentido, matizaron que lo normal es que la misma organización se ocupe de la vigilancia, selección del objetivo y del asalto.
En cualquier caso, estos últimos sucesos se suman a otros robos ocurridos hace escasos meses, estos, obra de delincuentes autóctonos, en la parroquia de Salcedo.
Más presencia policial
Tal vez por ello, muchas voces criticaron lo que consideran una escasa presencia policial en el rural pontevedrés. Tales reproches no son compartidos en el seno de la Comisaría. Fuentes de este cuerpo recordaron que su ámbito de actuación comprende una superficie de 114 kilómetros cuadrados y «los medios son los que son y hay que optimizarlos».
A este respecto resaltaron que, precisamente a raíz de aquellos primeros asaltos, se habilitó un protocolo de vigilancia para Salcedo que comprendía agentes de paisano y uniformados. Lo que ocurrió es que «comenzamos a recibir llamadas informando de coches sospechosos y cuando comprobamos las matrículas vimos que pertenecían a los vehículos en los que iban los policías de paisano».