Que Diogo vaya a tener su prótesis no significa que el ánimo de la campaña decaiga. Por el momento, el pequeño luso se va a convertir en otro eslabón de la cadena internacional que cientos de vecinos de España y Portugal han construido para él.
El tiempo apremia, porque la falta de la extremidad está provocando problemas de desarrollo en el menor, según confirmaron los especialistas «al estar cogiendo más masa muscular de un lado del cuerpo que del otro». De ahí que la ayuda del empresario llegue cuando más se necesita. Eso sí, como hay que volver a hacer un nuevo molde, la pieza no estará lista hasta mediados de diciembre.
«Cada tapón es impagable»
«Pero la campaña continúa y todos tenemos que seguir juntos, por favor», reclama la madre del pequeño. «Diogo va a ser ahora eslabón y si a él le asegura la mano este empresario, nosotros vamos a pedir que otro niño se beneficie de las 22 toneladas que gallegos y portugueses recogieron con nosotros», avanzó Elisabete.
Aún no saben ni cómo ni quién será ese niño. «Puede ser también portugués o español, porque pretendemos priorizar solo la urgencia del caso», adelantó. El motivo, volvió a explicar es que «debe mantenerse el espíritu de esta campaña para que llegue a Diogo y a otros niños; cada tapón es un regalo impagable de solidaridad, y necesitamos otras 36 toneladas como mínimo», resalta la madre del pequeño.