«Me confunden con un criminal»

alberto mahía A CORUÑA / LA VOZ

GALICIA

José Palmero, en el barrio de las Flores, en A Coruña.
José Palmero, en el barrio de las Flores, en A Coruña. gustavo rivas< / span>

Embargan las cuentas a un coruñés, que pierde trabajos y no puede viajar al extranjero por llamarse igual que un peligroso delincuente vasco

28 abr 2023 . Actualizado a las 20:03 h.

Hay un José Palmero Martín coruñés que no ha roto nunca un plato. Y hay un José Palmero Martín bilbaíno que los ha roto todos. Al primero lo confundieron con el segundo y han hecho de su vida un infierno, pues le han embargado la cuenta, no puede tener una nómina porque el banco se la vuela, ni tampoco podría viajar al extranjero porque la Interpol lo tacha de traficante de armas. Así lleva siete meses José Palmero «el bueno», intentado demostrar que él jamás ha hecho nada de lo que avergonzarse y que al que habría que hundirle la existencia es al otro, a ese individuo que lo ha suplantado. No solo su nombre, también su número de DNI. Pero no hay modo de que la Diputación Foral de Vizcaya y la Ertzaintza arreglen el entuerto. Y mientras no lo hagan, este hombre está con las manos atadas. «Solo falta que me detengan y me metan en prisión», afirma.

Tiene 147 condenas

Y eso que este coruñés no ha pisado en su vida una comisaría. Por no tener no tiene ni una multa por mal aparcamiento. Da igual. La Administración vasca lo considera uno de los delincuentes más peligrosos del país. Dicen de él que ha traficado con armas, con drogas, que ha atracado a diestro y siniestro, que ha conducido coches como un demente, que ha dado palizas... Vamos, que las ha hecho de mil colores, llegando a sumar un total de 147 condenas. Pero si es como dicen que es, ¿qué hace un bandido semejante campando a sus anchas sin que nadie le eche el lazo? Menos mal que al que meten preso es al otro y al coruñés le amargan la vida con embargos. De momento.

A José Palmero, el bueno, lo involucraron en todo este lío hace siete meses, cuando se presentó en la oficina bancaria de toda la vida a retirar unos euros. La subdirectora lo llamó a un aparte y le comunicó que la Diputación Foral de Vizcaya le había embargado la cuenta, llevándose de un plumazo 1.700 euros, dinero que tenía ahorrado a pesar de estar cobrando el subsidio de desempleo. «Pensé que se trataba de un error, pues jamás estuve en el País Vasco y que todo se resolvería en cuestión de horas. Llevo siete meses peleando», recuerda.

La empleada del banco le asistió en lo que pudo. Le facilitó el teléfono de la Administración foral vasca y llamó. Se identificó. Le dijeron que era normal que le hubiesen embargado las cuentas, pues «tiene usted 147 condenas, con multitud de multas». El coruñés se quedó a cuadros.

Contestó que «jamás» había pisado Bilbao, que no puede tener multas «porque nunca saqué el carné de conducir. No sé ni meter primera, ya que a raíz de un accidente con mis padres de pequeño le cogí pánico». Pero la funcionaria vasca siguió erre que erre, alegándole que su nombre y DNI responde al de un criminal.

«Cuando me dijeron que tenía 147 condenas pensé que era una broma, una cámara oculta»

«No pisé el País Vasco en toda mi vida. Ni iré, seguro que me detienen y me meten preso»

José Palmero Martín