La falta de profesores sustitutos marca el inicio de curso en los colegios gallegos

Más de 198.000 escolares de infantil y primaria iniciaron ayer las clases en un millar de colegios. La Consellería de Educación insiste en la normalidad del inicio de curso, en el que unos doce centros no comenzaron por problemas de obras, falta de profesores o conflictos con las asociaciones de padres.

Sin embargo, y pese a iniciar las clases, son decenas los colegios que acusan la merma de personal, que en algún caso llega a la media docena de profesionales. En el Felipe Castro, de Noia, tienen de baja de larga duración a cuatro profesores, además de dos cuidadoras para niños con necesidades especiales. Los padres de estos menores deben acudir al centro para cambiar a los pequeños y darles la merienda. Es llamativa también la situación del Emilia Pardo Bazán, de A Coruña, con cinco profesores de baja sin cubrir en el inicio de curso, o la del colegio de educación especial María Mariño, en donde no comenzaron las clase al no estar disponible todo el personal.

En la comarca de Barbanza son numerosos los colegios que no tienen a todo su personal y en la capital de Galicia siete centros han tenido que reorganizar los horarios el primer día de clase por la falta de profesores.

En los colegios de Deza y Tabeirós-Terra de Montes el curso empezó con la ausencia de más de una decena de profesores. En la mayor parte de los casos se trataba de bajas previstas, muchas de ellas de maternidad, que en la primera jornada lectiva no fueron cubiertas por Educación. En Ourense la situación fue similar, y en buena parte de los centros la Xunta no envió ayer a los sustitutos que se habían solicitado.

En algunas escuelas infantiles, al haber profesorado de baja, ni siquiera pudieron comenzarse las clases, como en dos de Catoira y otra de A Guarda. La unitaria de Romariz, en Soutomaior, abrió porque la profesora de Religión se ocupó de los niños. En la Costa da Morte se redujeron docentes en el 70 % de los centros y ayer no llegaron sustitutos a una decena de ellos.

Protestas

La ausencia de docentes ha generado malestar y ya se han convocado movilizaciones. En el colegio Ben-Cho-Shey, de Pereiro de Aguiar, los niños de infantil no fueron a clase porque la Xunta eliminó un aula. Los padres critican que haya colegios privados en el municipio subvencionados, mientras que suprimen unidades en el público. En el colegio de Cercio, en Lalín, la ANPA inició una movilización por la supresión de un puesto de trabajo. En otra media docena de colegios las clases comenzarán en los próximos días debido a las obras.

En otros casos han surgido conflictos por el ajuste del transporte. En As Gándaras, Lugo, la supresión de un autobús provoca que los menores estén casi 50 minutos en el bus en lugar de 35.

Información elaborada con la aportación de todas las delegaciones de La Voz de Galicia

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