El agua se acaba en Baiona

alejandro martínez BAIONA / LA VOZ

GALICIA

La presa municipal se encuentra en un histórico 13 % de su capacidad

12 sep 2011 . Actualizado a las 11:39 h.

El embalse de Bahíña, en Baiona, se seca. La mitad de su fondo ya se encuentra a cielo abierto. Los vecinos han descubierto incluso en los últimos días que había un vehículo hundido en la laguna. La drástica disminución del caudal lo ha dejado a la vista de todos entre el barro. Las reservas de la presa que abastece al municipio de Baiona han descendido hasta unos niveles históricos. Los últimos datos oficiales del boletín hidrológico de Augas de Galicia el pasado 5 de septiembre hablan de que se encuentra a un 13 % de su capacidad. Cuando quede menos de un 10 %, será desaconsejable su consumo para los usuarios porque habrá una mayor concentración de fango.

Las alarmas suenan ya en Baiona por la situación de emergencia en la que se puede encontrar el municipio a corto plazo. Los problemas de escasez ya se veían venir al comienzo de la temporada de verano. El término municipal afrontó el mes de julio con el embalse lleno en tan solo un 35 %, cuando la población comienza a multiplicarse por cuatro con la llegada de los turistas.

Ayuda de Vigo

Las autoridades locales pidieron ayuda a Vigo y lograron engancharse a otra presa, la de Zamáns, a través de una red de tuberías de más de 15 kilómetros que pasa por el Concello de Nigrán, donde se potabiliza. No es la primera vez que lo hace por problemas de abastecimiento, a pesar de que la Xunta llevó a cabo en Bahíña unas obras de ampliación para llegar a los 600.000 metros cúbicos de capacidad.. Ahora recibe del embalse vigués 24 litros por segundo y el alcalde, Jesús Vázquez Almuíña, ha solicitado un 20 % más por la falta de lluvias. Pero esta ayuda no es suficiente. Baiona necesita seguir tirando de la presa ubicada en terrenos cedidos por la comunidad de montes de Bahíña para poder abastecer a los barrios situados en la parte alta del ayuntamiento. Allí reside alrededor de un tercio de la población de este municipio de más de diez mil habitantes.

Ya quedan menos de 90.000 metros cúbicos de agua dentro del pantano, de donde se potabilizan mil metros cúbicos diarios para los usos de la población.

Si continúa la sequía, las autoridades municipales no tendrán más remedio que disminuir la cantidad de agua que potabilizan del embalse. Las restricciones podrían llegar en octubre si no llueve. Bastan dos semanas de precipitaciones intensas para que el embalse recupere un nivel aceptable que haga olvidarse de la crisis del agua.

Niveles preocupantes

Pero los responsables municipales continúan mirando al cielo en espera de una lluvia que no llega. La que se ha registrado durante los últimos días ha evitado que el nivel de la presa caiga en picado, pero se mantienen unos niveles mínimos que son muy preocupantes. La Xunta ha puesto sus esperanzas en que la situación quede paliada con las precipitaciones de octubre, pero por el momento la incertidumbre marca la coyuntura.

El Ayuntamiento ha emprendido este verano una campaña de concienciación ciudadana. Ha emitido bandos aconsejando un consumo responsable, creó circuitos cerrados en fuentes públicas, limpió los acuíferos del embalse y redujo las duchas en las playas. Con estas medidas consiguieron un ahorro de un diez por ciento en el consumo. Pero no es suficiente. Hace falta que llueva para evitar la situación de emergencia que se avecina.