El poderoso efecto Ryanair

m. cheda SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Los vuelos sin subvención de la «low cost» irlandesa revolucionan el mercado

13 jul 2011 . Actualizado a las 11:40 h.

Producto de una generalizada recuperación del sector, los aeropuertos bajo control del Estado, actualmente 47, acaban de cerrar un semestre inicial de año entre notable y sobresaliente, con 7,1 millones de viajeros más que en la primera mitad del 2010 (94,4 frente a 87,3), o sea, creciendo en pasaje un promedio de 8,1 puntos porcentuales, el mayor aumento desde el 2005. En su conjunto, la demanda gallega se ha comportado de modo muy similar, progresando un 8,4 %. Individualmente, en cambio, ninguna de las tres terminales de la comunidad evoluciona de manera pareja al resto de las españolas: una por exceso, la de Santiago, y dos por defecto, las de A Coruña y Vigo. Dicho de otro modo, en el mercado regional no ha sucedido nada extraño de puertas para afuera, en el contexto peninsular, pero sí internamente. Ha ocurrido un trasvase de usuarios alimentado, esencialmente, por un potente efecto, el factor Ryanair.

¿Cómo le va a cada una de las tres terminales en la resaca del jubileo?

De enero a junio, 1.153.083 personas eligieron Lavacolla para volar, una cifra récord. Suponen un 20,4 % más que en iguales fechas del Xacobeo y un 28,7 a mayores de las registradas en el mismo período del 2009. Respecto a las contabilizadas en el arranque del 2010 suman 195.258 extras. En la cruz de la moneda, Alvedro ha perdido en los últimos 12 meses un 2,7 % de su pasaje, y Peinador, un 2,8. Los usuarios del recinto coruñés menguaron de 529.888 a 515.334, mientras que los del vigués bajaron desde 504.158 hasta 490.057. Así las cosas, incluso les costará cerrar el ejercicio claramente por encima del millón de viajeros, cuando el santiagués debería sobrepasar con holgura los dos y medio.

¿Por qué aumenta tanto el volumen de viajeros en Lavacolla?

Su bum se debe prácticamente en exclusiva a la creciente implantación de Ryanair y a su agresiva apuesta por expandirse explotando más el negocio de las conexiones domésticas de bajo coste que el de las internacionales. Cuando a mediados de la década pasada desembarcó en la ciudad, los intereses de esta compañía irlandesa, entonces residual, se ceñían a operar enlaces no diarios con Londres, Fráncfort y Roma. Hoy, no solo mantiene comunicada la capital con tres destinos en el extranjero, sino también con Madrid, Barcelona, Reus, Sevilla, Alicante, Málaga, Gran Canaria, Lanzarote, Tenerife Sur y Valencia. Merced al gradual tendido de todos esos puentes, se ha convertido en hegemónica. Su clientela en estos momentos duplica a la de hace 12 meses, multiplica por cinco a la del 2007 y supera con mucho a la conseguida por el total de empresas asentadas en A Coruña. No en vano, en lo que va del 2011 ha logrado vender más de medio millón de billetes, cuando a estas alturas del 2010 llevaba despachados un cuarto.

¿Y a qué atienden los descensos de demanda en Alvedro y Peinador?

En época de crisis económica, acusan sus perfiles de terminales menos turísticas y más industriales o de negocios que la de Santiago. Pero, fundamentalmente, sus retrocesos se justifican en el avance de Lavacolla. Las aerolíneas tradicionales que enlazan Vigo y A Coruña tanto con Barajas como con El Prat están sufriendo, al igual que Iberia y Vueling en Compostela, los efectos de la feroz competencia del bajo coste nacional, esto es, de Ryanair: desplazarse a Madrid pagando 20 euros por un billete de ida y vuelta no es lo mismo que hacerlo abonando el cuádruple o el quíntuple.

¿Qué influencia ejercen en ese panorama las ayudas de la Xunta?

En la actual redistribución de clientes por ciudades, poca o nula, pues Ryanair no percibe un solo céntimo de ninguna institución de Galicia por unir Lavacolla con el resto de España. Sí cobra patrocinios publicitarios por los vuelos de Milán, Londres y Fráncfort, como, entre otros, Vueling los percibe por el Alvedro-Ámsterdam y Air Nostrum por el Peinador-Bruselas. La Xunta destina un 39,9 % de sus fondos a Vigo, un 33,5 a A Coruña y un 26 a Santiago.

tráfico aéreo el bajo coste, clave en la evolución de lavacolla, alvedro y peinador