El bum del turismo de cruceros hace florecer nuevos negocios

maría cedrón REDACCIÓN / LA VOZ

LUGO CIUDAD

Empresas que ofrecen rutas a Santiago o Lugo, compañías que alquilan bicicletas y patinetes o tiendas de delicatesen son algunas iniciativas

04 jul 2011 . Actualizado a las 09:28 h.

Las costas gallegas recibieron durante el 2010 la llegada de más de 300.000 cruceristas. Durante esta temporada ha habido jornadas en las que han llegado a juntarse en un solo día hasta 6.300 en A Coruña o 5.000 en Ferrol. Esta afluencia de turistas representa un importante potencial para el sector gallego y confirma la consolidación de un segmento que apenas existía hace un decenio y que está experimentando un fuerte bum en las costas de todo el planeta. Más de 17,5 millones de personas utilizan ya esta alternativa, y un 29 % de ellas hacen cruceros en Europa, donde el crecimiento de la demanda es constante.

En ese contexto, el primer paso, que es traer buques y conseguir que algunas rutas marítimas comiencen y terminen en Galicia, está dado. Ahora la comunidad empieza a dar el segundo con el nacimiento de iniciativas que tratan de rentabilizar el potencial económico que suponen los miles de visitantes que desembarcan en Vigo, A Coruña, Vilagarcía y Ferrol tras el trabajo de promoción hecho por las autoridades portuarias en colaboración con las operadoras.

Todavía queda mucho por hacer para estar a la par de otras ciudades con amplia tradición crucerística, comentan algunos expertos en turismo, pero la máquina está ya en marcha.

Amplio abanico

Agencias que ofrecen rutas por las ciudades donde desembarcan los cruceristas o por otras urbes cercanas como Santiago, Lugo o Betanzos; empresas que organizan representaciones de batallas históricas; compañías que dan la oportunidad de conocer un área urbana en patinete eléctrico o bicicleta; establecimientos de delicatesen donde poder encontrar productos típicos, o negocios que anuncian viajes personalizados por Galicia a través de Internet son solo algunas de las iniciativas que han empezado a florecer. Además constituyen un punto de partida para animar a otros emprendedores a abrir nuevos negocios turísticos enfocados en esa dirección.

En este sentido, entidades consignatarias como Rubine e Hijos, una de las que surten a los buques que atracan en A Coruña, dan ideas y animan a que las empresas gallegas utilicen el entorno de los muelles como escaparate. «Pongo un ejemplo claro -explican fuentes de esta compañía- con el caso de las bodegas que invierten grandes cantidades de dinero para tener presencia en ferias internacionales. En esos eventos pueden darse cita unas 100.000 personas, mientras que por los muelles gallegos pasan muchas más».

Y hacen también referencia a algunas anécdotas, como la ocurrida hace un tiempo cuando un barco se quedó sin patatas y hubo que hacer un pedido a una empresa de Coristanco. Por eso, esas mismas fuentes animan a invertir en el sector, «pese a que muchas veces los beneficios no se vean de forma inmediata y haya que esperar un tiempo para recoger frutos».

Aunque por ahora las iniciativas son incipientes, en el momento de hacer balance fuentes del grupo Pérez y Cía apuntan que pese a la existencia todavía de un margen para hacer cosas nuevas, «la oferta está bien y luego cada cual [por el sector del comercio] será consciente de aprovechar la oportunidad que se les brinda».

Comercio

Los que aprecian la llegada de turistas son, por ejemplo, los comerciantes del entorno del muelle olívico. Como ocurre ahí, otras ciudades como Ferrol, donde parece que este tipo de turismo empieza a reactivarse, tratan de hacer lo mismo. Desde la Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao apuntan que «como el pasado 25 de abril recibimos por primera vez dos cruceros en un mismo día e incluso siendo festivo local, muchos comerciantes y hosteleros se prepararon para ello y quedaron en general satisfechos con las ventas».

Además, matizan que por primera vez las navieras comercializaron excursiones para ver en Ferrol el Arsenal del siglo XVIII o las baterías defensivas de cabo Prioriño.

En A Coruña parece que establecimientos comerciales de la zona Obelisco que hasta ahora eran reticentes a abrir en domingo podrían estar dispuestos a hacerlo en caso de que les compense. «Esperamos reunirnos con los nuevos responsables municipales para buscar alternativas que hagan rentable abrir no solo para los cruceristas, también para el resto de turistas», apuntan desde el colectivo de comerciantes . Los que ya lo hacen son los locales ubicados en el centro comercial Los Cantones Village, al igual que algunos cruceristas compran pescado en la plaza para que se lo cocinen a bordo.