El PP aprueba en solitario la ley que da autoridad al profesor y la de familia

e. álvarez, d. sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

La Xunta aborda el acoso escolar entre alumnos y regula la consulta a los padres sobre la elección de la lengua

29 jun 2011 . Actualizado a las 09:42 h.

Justo antes de cerrar la puerta por vacaciones, el Parlamento gallego le dio luz verde ayer a la aprobación de dos leyes promovidas por el Gobierno autónomo para regular la convivencia en el ámbito educativo y las medidas de apoyo a la familia. Las dos normas, que en breve serán publicadas en el Diario Oficial de Galicia (DOG), salieron adelante tan solo con los votos del PP y el rechazo frontal del PSOE y el BNG.

El primero de los textos que se debatió ayer en la Cámara fue el de la convivencia en la educación, que regula por primera vez el acoso escolar entre alumnos, incluyendo el que se realice a través de medios telemáticos, como móviles o redes sociales, que será perseguido como una falta grave con sanciones que podrán llegar hasta el cambio de centro educativo. Otras novedades es que convierte al profesor en autoridad pública, otorgándole presunción de veracidad en procesos judiciales, a la vez que ampara la polémica consulta a los padres sobre la elección de la lengua.

Este último asunto marcó en gran medida el debate plenario, pues la mayor parte de las enmiendas del PSOE y el BNG pedían la retirada de este punto. La diputada nacionalista Carme Adán felicitó irónicamente al conselleiro de Educación por contribuir tanto al PIB de Compostela. «Nin a visita do papa consegue o que consegue o conselleiro pola hostelería» con tanta manifestación. Román Rodríguez (PP) se quejó de que la oposición intenta evitar que las familias opinen libremente, mientras que el socialista Guillermo Meijón lamentó la actitud de «despotismo ilustrado» del conselleiro, al que acusó de buscar «todo para a escola, pero sen a escola».

El PP también aprobó ayer en solitario la Lei de Apoio á Familia, que reconoce a la mujer gestante como unidad familiar. El PSOE y el BNG denunciaron el «retroceso» y el «conservadurismo» que impregna la norma, y una decena de mujeres protestaron desde la tribuna tras el debate al grito de: «Nosotras parimos, nosotras decidimos».