La Xunta tumba la ley turística del bipartito

Mario Beramendi Álvarez
Mario Beramendi SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

La nueva norma, que regulará un sector que mueve el 10% del PIB gallego, surge para diversificar la actividad y lograr adecuar una actividad a una realidad en constante cambio

13 may 2011 . Actualizado a las 09:44 h.

Aplaudida por el sector hostelero y bendecida por el Consello Económico e Social (CES) por reagrupar una normativa dispersa, la nueva Lei do Turismo, cuyo anteproyecto aprobó ayer el Consello de la Xunta, nace solo dos años y medio después de que el bipartito promoviera una ley que quedará derogada en breve. La nueva norma, que regulará un sector que mueve el 10% del PIB gallego y que concentra al 10% de la población activa, surge para diversificar la actividad y lograr adecuar una actividad a una realidad en constante cambio, tal y como precisaron ayer el presidente Feijoo y Roberto Varela, conselleiro de Cultura.

Ambos comparecieron juntos para dar cuenta de un texto que introduce cambios importantes; por ejemplo, las personas interesadas en abrir un negocio de hostelería podrán hacerlo sin la autorización previa de la Xunta. Para iniciar la actividad de forma más ágil bastará una declaración responsable del emprendedor, que la Administración gallega se compromete a verificar en un período máximo de tres meses. Tampoco será obligatoria la inscripción en el Rexistro de Empresas e Actividades Turísticas, un trámite que se practicará de oficio.

Para potenciar la actividad y lograr un mayor reequilibrio territorial, la nueva regulación prevé que aquellos promotores muy específicos que quieran desarrollar un proyecto en lugares especiales por su singularidad, como aldeas abandonadas o cascos históricos, tendrán menos dificultades. «Enténdese que deben existir medidas de discriminación positiva cando resulta arquitectonicamente imposible adaptar plenamente as edificacións aos requisitos legais existentes», precisó ayer Roberto Varela.

En relación a las modalidades de alojamiento y restauración, el proyecto normativo recupera categorías que el bipartito sustituyó en la ley del 2008 «por figuras descoñecidas no ámbito nacional e internacional». Tal es el caso, por ejemplo, de las pensiones, ahora bautizadas como residencias turísticas. El Ejecutivo de Feijoo recupera también las categorías de hoteles-apartamento, hoteles-balneario y hoteles-talaso y se sustituye el hotel rural por el hospedaje rural, establecimientos que poseen valor arquitectónico singular, que ofrecen dos actividades complementarias de servicios turísticos y que cuentan, como máximo, con 40 plazas.