Desde hace casi dos años, la vecina de A Pobra Tamara Fernández Triñanes se encuentra en el paro. Después de haber dado muchas infructuosas vueltas para encontrar trabajo, ha decidido abordar un nuevo oficio: el de mariscadora a pie. A principios de año se presentó a las plazas que se convocaron en Noia, pero la demanda era muy elevada y se quedó fuera. Sin embargo, no se ha dado por vencida y ahora va a probar suerte en A Pobra.
Tiene amigas que llevan años bajando a los arenales y, afirma: «Están encantadas». Le han dicho que se trata de un trabajo duro, pero eso no le asusta: «Non todo é fácil na vida».
Madre de dos hijas que cuentan 9 y 19 años y con una madre de avanzada edad, afirma que conseguir este trabajo también le vendría muy bien por los horarios: «Non son demasiadas horas e trátase dunha actividade flexible, na que podería compatibilizar a vida laboral e familiar».
En cuanto a los motivos que le llevaron a decantarse por esta alternativa, Tamara Fernández indica: «Todos coñecemos a mariscadores, a xente que vive do mar. O mar forma parte da nosa vida».
En cuanto a la remuneración, las personas a las que conoce le han indicado que «estas non son boas épocas. Dinme que chega para pagar o seguro e pouco máis. Eu, se de entrada gaño para pagar o seguro xa me conformo. Interésame cotizar para ter unha pensión».
Para conseguir su objetivo, ha realizado cursos como los de riesgos laborales o primeros auxilios. Además, tiene los certificados de patrón de pesca y marinero pescador.