La USC pretende financiación privada

EFE

GALICIA

El rector de la universidad compostelana aboga por sumar los ingresos públicos con donaciones de particulares y empresas.

20 mar 2011 . Actualizado a las 19:33 h.

El rector de la Universidad de Santiago de Compostela (USC), Juan Casares, ha abogado hoy por sumar a la financiación pública la privada a modo de donaciones de particulares y empresas para hacer posible un nuevo conocimiento, que es donde reside la «ventaja competitiva».

En una entrevista a Radio Nacional recogida por Efe, Casares explicó que «no hay una cultura de donación» por parte de aquellos que estudiaron en la universidad y que les dio la oportunidad de «alcanzar una posición social mejor que la de sus padres», una cultura de pensar que la universidad «necesita de su apoyo».

«Ahí es donde tenemos que hacer un esfuerzo y transmitir al mundo del sector empresarial e industrial que el conocimiento nuevo es el que da ventaja competitiva», sostuvo el rector, quien se mostró partidario de «buscar recursos en todas partes» aunque reconoció la financiación pública como la más importante y que «muchas veces no se valora».

Casares reconoció que la actual es una etapa «difícil» para el mundo universitario que se ha de preparar para un futuro «que no va a ser igual que el que tuvimos en la última década».

Por ello descartó recortar presupuesto del capital humano, pues ha preferido hacerlo en obra nueva, e indicó que «si en los últimos años hubiéramos sido capaces en la universidad de mirar a nuestro alrededor y ver la que estaba cayendo, este año no hubiéramos tenido que hacer un recorte tan repentino».

«Lo que teníamos que hacer era adaptarnos a una realidad a la que no nos adaptamos en años anteriores», reprochó.

Sobre la propuesta de la Xunta de aumentar la financiación al 1 % del PIB hasta 2015, Casares consideró que se trata de una «buena noticia» que es «ilusionante», si bien recomendó que se sigan los mismos parámetros que los establecidos para el 0,7 % actual.

Defendió la «singularidad» y «especialización» que las tres universidades gallegas han conseguido, pese a no ocultar que a veces hay «algún desencuentro», y «el tiempo dirá» lo que hay que hacer en cuanto a la racionalización de las titulaciones de grado, agregó.

En este sentido, argumentó que el plano económico no debe marcar la oferta educativa porque, si se hubiera hecho así, en los últimos diez o quince años se estaría preparando gente para el sector de la construcción y el ladrillo y no para «competir en un mundo tan interrelacionado y complejo como el actual».

«Tenemos que atender a las demandas de la sociedad pero con una visión a largo plazo y basada en crear conocimiento», apuntó.