La visión pesimista de los gallegos sobre el panorama económico general se ve algo atenuada cuando se les pregunta sobre su situación particular. Ahí, las cosas cambian. De acuerdo con los resultados del Barómetro de Sondaxe, el porcentaje de gallegos que sostienen que sus finanzas empeorarán en el 2011 no llega al 30%, lejos del 47% que auguraban este destino para el conjunto de la economía de Galicia.
En realidad, tampoco es que haya muchos más ciudadanos que piensen que su economía va a mejorar este año -un 18% creen que será así-, por lo que la gran diferencia se localiza en el grupo de gallegos que creen que el 2011 los dejará como estaban, esto es, ni mejor ni peor. Hasta un 48% de los habitantes de estas tierras secundan esta opinión.
Certeza sobre el futuro
Tan llamativo como este dato es el hecho de que la mayoría de los gallegos tienen claro cuál será su futuro a corto plazo, algo que pone de manifiesto el que apenas haya un 3,4% de consultados por Sondaxe que eviten dar un pronóstico sobre lo que ocurrirá este año.
Al igual que en el capítulo de la valoración general, el estudio demoscópico concluye que lucenses y ourensanos ven su situación personal para este año con mejores perspectivas en lo económico que coruñeses y pontevedreses. En el caso de Ourense, hasta un 23,6% de los vecinos prevén una evolución en positivo para sus finanzas a lo largo de este año, unas perspectivas halagüeñas que en Lugo hacen suyas hasta el 24,7% de los consultados.
Por lo que respecta a los balances por localidades, las conclusiones sobre el año en lo personal coinciden también con la valoración general. Los más optimistas se localizan nuevamente en los municipios más pequeños (menos de 5.000 habitantes), donde hasta un 23% de los vecinos sostienen que sus finanzas ganarán pulso con el avance del 2011, por un 44% que estiman que todo seguirá igual.