Las agresiones llevan al personal sanitario a clases de autodefensa

Elisa Álvarez González
elisa álvarez SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Enfermeros gallegos aprenden el sistema usado por las fuerzas israelíes

29 ene 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Se llama Krav Magá y es el sistema oficial de lucha y defensa personal usado por las fuerzas de defensa y seguridad israelíes. Claro que puede utilizarse en el ámbito militar o policial, pero también en el civil. Ayer, en el gimnasio Squash, de Ames, una veintena de enfermeros asistieron a un curso de este tipo de defensa personal organizado por el sindicato Satse.

Felipe Meana, el monitor, aconseja a sus alumnas y alumnos. «Sé que os da grima, pero se trata de elegir: o que te dé un bofetón y te tire al suelo, o que a él le moleste un poco». Meana está explicando cómo evitar que un paciente o familiar agreda a un sanitario aplicando una técnica defensiva y sin que haya una respuesta violenta por parte del enfermero. «Son técnicas de prevención para esquivar el golpe. El escapismo es otra solución», explican desde Satse, que ya ha organizado otros seminarios en Galicia.

«El objetivo es apartarlo», dice Meana. Mientras, los asistentes practican en parejas. ¿La técnica? Cuando el agresor agarra de la bata al sanitario, alejarse lo suficiente, agarrar por el pulgar al usuario, presionar para que suelte la prenda mientras con la otra mano se trata de esquivar un posible intento de golpe. Isabel, enfermera de quirófano, no ha tenido malas experiencias «pero é que nunca sabes en que situación vas estar». Sus compañeras de planta sí han recibido insultos y amenazas, pero no golpes. «El otro día un paciente con síndrome de abstinencia de alcohol y escayolado empezó a escaparse y amenazar a todos. Lo que sueles hacer es llamar a seguridad».

En Galicia la mayoría de los incidentes son verbales o gestuales, con más incidencia en atención primaria y puntos de atención continuada. Los médicos, y casi siempre mujeres, son los colectivos más afectados, aunque los últimos datos de la Consellería de Sanidade del 2009 registran un descenso de un 41% de los incidentes, pasando de 317 a 188 en un año.