El presidente cerró la tarde con una recepción con el embajador de Rusia, al que atendió en el mismo despacho en el que horas antes había departido con el de Estados Unidos.
25 ene 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Seis años atrás, el paso de los embajadores de Estados Unidos y Rusia por el despacho del presidente de la Xunta hubiera inspirado las metáforas sobre la vocación de estadista de Fraga, el presidente que, en el 2002, abrió la agenda internacional de su último mandato con sendos viajes a Moscú y Washington en el plazo de 15 días. Pero los tiempos son otros. Feijoo no gasta la vitola diplomática del hombre al que sucedió en el PP gallego, y la visita de los legados norteamericano y ruso apenas suscitó ayer eco mediático.
Como quiera que las arcas autonómicas tampoco están para dispendios, al jefe del Ejecutivo autónomo no le queda otra que renunciar a alardes personalistas de antaño para apostar por un estadismo a prueba de austeridad. En su discurso de hacer más con menos podría enmarcar Feijoo una agenda que pareció confeccionada para enaltecer la distensión entre los dos antiguos polos del poder mundial. El presidente cerró la tarde con una recepción con el embajador de Rusia, Alexander Kuznetsov, al que atendió en el mismo despacho en el que horas antes había departido con el de Estados Unidos, Alan D. Solomont. Las reuniones se saldaron con sendos comunicados de prensa en los que la Xunta puso el acento en la importancia para Galicia de incrementar las inversiones de esas dos potencias.
Del encuentro matutino con el embajador norteamericano, el gabinete de Feijoo destacó que el presidente trasladó a Solomont su interés en que Estados Unidos piense en esta comunidad para invertir. La idea es profundizar en unas relaciones comerciales con aquel país que en el 2010 cristalizaron, por vez primera, en una balanza con superávit. En este sentido, el Gobierno de Feijoo mejora los resultados comerciales con Estados Unidos de Fraga y el bipartito, y subraya el «saldo comercial deficitario rexistrado no período 2000-2005 e o estancamento producido dende o 2006».
La reunión con el embajador ruso estuvo condicionada por el atentado suicida del aeropuerto de Moscú, que costó la vida al menos a 35 personas. Feijoo y Kuznetsov analizaron las relaciones comerciales entre Rusia y Galicia. También en este caso el balance es positivo, ya que el importe de las exportaciones gallegas se duplicó en el 2010, y pasó de 72 a 141 millones. Sin salir de su despacho en San Caetano, Feijoo se viste de estadista y presume de números.