Andenes que perdieron su tren

XOSÉ María palacios VILALBa / LA VOZ VILALBA / LA VOZ

GALICIA

Estaciones de la Terra Chá se van deteriorando por el desuso

17 ene 2011 . Actualizado a las 07:00 h.

Los andenes de estaciones ferroviarias de comarcas como la Terra Chá, paso obligado en la conexión de Ferrol y A Coruña con Lugo y con la Meseta, están cada vez más cargadas de nostalgias y vacías de pasajeros y mercancías. Los viajeros se suben al tren sin necesidad de comprar los billetes, y las estaciones empiezan a convertirse en testimonios de un pasado que cada vez comienza a parecer más lejano.

Hay en algunos casos intentos que pretenden mantener la utilidad de los inmuebles, aunque las intenciones chocan a veces con realidades que parecen tan duras como el hierro de las vías. Frenar el deterioro de edificios vinculados con un medio de transporte que ha cedido protagonismo en favor de las carreteras y de las autovías era, por ejemplo, el propósito perseguido por el Concello de Guitiriz cuando planteó la posibilidad de recibir en cesión las dos estaciones del municipio, la de la capital del ayuntamiento y la de Parga, para usos ajenos a la finalidad con la que fueron construidas pero que les devolverían cierta utilidad.

Convertir la estación de Guitiriz en local de ensayo y la de Parga en un centro de interpretación de los caminos fue un proyecto municipal que ya entró en vía muerta antes de iniciar su andadura, dado que el ADIF solicitó el pago de una renta mensual de 600 euros por las dos, y exigió que el gobierno local pagase unas obras de rehabilitación interior que -según un cálculo de la alcaldesa, Regina Polín- no costarían menos de 60.000 euros. El Concello estaba dispuesto

El Concello estaba dispuesto a sumir uno de los dos gastos, pero no los dos, y el propósito se abandonó pese a que el ADIF acondicionó luego por fuera unos inmuebles en los que la falta de uso pronto quedó patente: así, la de Guitiriz acabó convertida en lugar de pintadas y de grafitos. Los mismos arreglos se dieron en el vecino municipio de Begonte, en donde hay un apeadero, situado en la capital del concello, y una estación, que está ubicada en Baamonde. Los arreglos dan mejor aspecto exterior, aunque el uso del tren queda casi exclusivamente en manos de nostálgicos de otra época ante la poca capacidad del transporte ferroviario para competir en horarios con el de carretera.

Los arreglos dan mejor aspecto exterior, aunque el uso del tren queda casi exclusivamente en manos de nostálgicos de otra época ante la poca capacidad del transporte ferroviario para competir en horarios con el de carretera.

Palomas

Mientras tanto, las estaciones van quedando sin más uso que el de servir de escenarios algo bucólicos si se les quita su dimensión de abandono. En otra de la comarca, la de Rábade, las palomas convirtieron el segundo piso del inmueble en terreno de sus nidos, aunque el Concello llegó a tomar cartas en el asunto. Así, las estaciones siguen cerca de los usuarios, pero cada vez más lejos de las necesidades de los viajeros del siglo XXI y más próximas a un deterioro que solo se corregiría recuperando una utilidad que hoy pasa de largo por los andenes chairegos.