La Xunta prohibirá que sus altos cargos viajen por Europa en clase preferente
GALICIA
Limita los viajes institucionales al exterior en períodos electorales, salvo que estén bien fundamentados
08 ene 2011 . Actualizado a las 03:36 h.El Gobierno gallego remitió ayer al Parlamento un proyecto de reglamento para delimitar, y en muchos casos restringir, la actividad institucional que los representantes de la Xunta realizan fuera de las fronteras gallegas en vísperas electorales. El llamado código ético obliga a todos los altos cargos a viajar en clase turista en los vuelos españoles y europeos, reservando los billetes de clase preferente para las rutas intercontinentales, a la vez que veta la posibilidad de que se puedan inaugurar obras o servicios en el extranjero durante las campañas electorales.
La redacción del código ético institucional responde a un compromiso parlamentario alcanzado el pasado mes de junio por todos los grupos políticos, a iniciativa del PSdeG, para impedir que el partido del Gobierno pueda utilizar en su beneficio los recursos o la capacidad institucional que brinda la Administración autonómica entre las comunidades gallegas del exterior. El documento fue abordado por el Consello de la Xunta, en la reunión de la semana pasada, y ayer fue entregado a la presidenta de la Cámara, Pilar Rojo, por Roberto Castro, el responsable del Ejecutivo para las relaciones parlamentarias.
Una de las principales finalidades del código es regular las viajes realizados al exterior en vísperas electorales por el presidente, los conselleiros o los altos cargos de la Xunta, expediciones que muchas veces se vieron envueltas en la polémica por su supuesta instrumentalización partidaria.
Propuesta más edulcorada
Es por ello que en base a la propuesta original defendida por el socialista José Manuel Lage en la Cámara se acordó prohibir que los miembros del Gobierno gallego puedan realizar viajes al extranjero en los 100 días previos a las elecciones, con la única salvedad de los compromisos de representación que existan con la Unión Europea (UE). Esta propuesta queda más edulcorada en el código ético del Ejecutivo, pues la restricción para los viajes al exterior se limita a los 60 días previos a las elecciones, es decir, desde que estas son convocadas por el presidente de la Xunta.
Aun así, tanto el presidente como los conselleiros o las personas en quien deleguen podrán mantener, por la vía de la excepción, grandes posibilidades para seguir viajando al exterior en vísperas de elecciones. Para ser consentidas, bastaría con que en la agenda incluyeran un contacto de alto nivel político, con un representante diplomático o, en su defecto, que la visita tuviera un «marcado carácter económico» o fuera motivada por alguna catástrofe o «situación de excepcionalidade de carácter político, administrativo, social ou económico», criterios que en gran medida suelen concurrir ya en los viajes de un presidente de la Xunta.
Eficiencia y austeridad
El código ético también obliga a los miembros del Gobierno a usar «de forma responsable e eficiente» los fondos públicos y a priorizar siempre en sus decisiones los criterios de «austeridade» y «racionalización» del gasto.
En caso de que los altos cargos o conselleiros hagan viajes al exterior sin cumplir esos requisitos lo harán como miembros de un partido político, que será además el encargado de sufragar los costes de la expedición.