La viuda, que recibió la carta en su casa de Chantada, se lo toma con calma: «Todo nos equivocamos algunha vez»
30 dic 2010 . Actualizado a las 03:12 h.«En respuesta a su solicitud de asistencia, le comunicamos que deberá acudir a consultas externas en la fecha y hora indicadas». Así comenzaba la carta de la Consellería de Sanidade que Digna Doval recibió a principios de este mes en su casa de la aldea de Paradacostoira, en Chantada. Era una cita para hacerse una ecografía en el nuevo hospital de Lugo, pero no para ella. El destinatario era su marido, Virgilio López Méndez, que murió en 1996 en el hospital de Monforte cuando tenía 74 años. La mujer leyó y releyó la carta y, una vez convencida de que no se equivocaba, se presentó en el centro de salud de Chantada. Tras la sorpresa inicial, el personal que la atendió se puso en contacto con el Hospital Lucus Augusti para advertir del error. «Dixéronme que non tiña que facer nada, que non me preocupase», recordaba ayer la mujer. Y efectivamente, no hizo nada. Ni tiene intención de hacerlo. Interpreta lo sucedido como un simple error, llamativo pero sin mayor trascendencia. «Eu non lle boto a culpa a ninguén -sentencia- porque equivocar, todos nos equivocamos algunha vez». Una simple «disfunción» El de Virgilio López Méndez no es el caso de una víctima de un retraso descomunal en la realización de una prueba diagnóstica, sino que se trata de un fallo técnico. Los portavoces de la Consellería de Sanidade aseguran literalmente que se trató de una «disfunción no proceso de citación, debido ao trasldo ao novo hospital de Lugo e ao volume de pacientes que se está a manexar». De manera que en medio del trajín del estreno del nuevo hospital alguien cometió una equivocación al introducir en un ordenador el número del historial clínico de un paciente que tenía que ser citado para hacerse el 22 de diciembre una ecografía en la sala 57 del servicio de radiología. El código tecleado correspondía en realidad a Virgilio López, que tenía historial abierto en el Hospital Xeral Calde porque fue atendido allí en el servicio de neumología el mismo año de su fallecimiento. Nadie debió de advertir el error, así que la carta con la citación salió hacia Paradacostoira. Los portavoces de la consellería lamentan lo ocurrido, pero subrayan que se trata de un problema puntual. Además, aseguran no haber detectado ninguna otra «disfunción» como esta desde que empezó el traslado del antiguo hospital al nuevo Lucus Augusti. Por cierto, al recibir a tiempo el aviso de que la cita había sido enviada a la casa equivocada, el servicio de radiología del hospital tuvo margen para avisar al paciente al que de verdad iba dirigida. Según Sanidade, esa persona fue al hospital a hacerse la ecografía el mismo día 22 para el que estaba prevista desde un principio.